A menos de un mes del inicio de la zafra, las plantaciones de té están sufriendo un ataque de ácaros por lo que se prevé pérdidas en la primera cosecha de la producción.
El año pasado hubo un ataque fuera de temporada, en pleno verano. Los colonos esperan que esto no se repita, sin embargo advirtieron que las plantas están siendo muy perjudicadas, sobre todo en aquellas zonas donde “bajó la temperatura y no hubo rocío”, un combo ideal para que la enfermedad avance a toda marcha.
En este sentido, el ministro del Agro y la Producción de Misiones, José Luis Garay, reconoció que la aparición de ácaros “es normal todos los años”, pero es “otra complicación para los pequeños productores que no tienen recursos para usar acaricidas por su costo elevado”.
Admitió que “sí se pierde el arranque, es decir una de las primeras cosechas porque no la pudieron combatir”. Consultado sobre si serían los principales afectados, Garay afirmó que “sí claro, porque son los de menores posibilidades económicas. En cambio, si uno observa los teales de las compañías grandes no tienen nada de ácaros”.
En esta línea, el funcionario recordó que “la actividad está muy concentrada en cuatro o cinco empresas que tienen arrendadas la mayoría de las tierras de los productores. Después están los prestadores de servicios y luego están las cooperativas; ya no quedan productores chicos porque por los precios ya no es rentable hacer todo el proceso”.
El problema del ácaro en los teales se da por varias cuestiones, una de ellas es la falta de dinero de los colonos para invertir en una poda fuerte, que se debe hacer a 20 – 30 centímetros del suelo y con limpieza total de la planta, pero los productores admiten que no se hace porque es muy costoso. Otro inconveniente es la falta de fertilización orgánica y la nula recomposición del suelo para replantaciones, a esto se agrega la destrucción del ecosistema, con la necesidad de un control natural más eficiente.
En el área del té, hay algunos experimentos que ayudan a controlar los ácaros, como ser un poco más de sombra en las plantas y árboles nativos cerca de las plantaciones. La acción depredadora de este arácnido se pone de manifiesto en ambas caras de la hoja adulta.
En Misiones, son muchos los productores que empezaron a podar muy tarde la planta, porque se estima que a esta altura del año ya debería estar toda la limpieza. Sin embargo, algunos esperan una lluvia con alta temperatura para que el ácaro cumpla su ciclo natural y, a la vez, la planta de té empiece a brotar. Además, año tras año se multiplican las hectáreas de té que no se reacondicionan para replantar.
Contexto difícil
El Ministro del Agro reconoció que “es un contexto muy complicado, hay poco financiamiento y, en nuestro caso, estamos asistiendo a los más chicos, como es el caso de algunos secaderos. Es una pequeña inyección de dinero, pero al no tener nada de financiamiento, es plata que sirve”.
Consideró que la expectativa es “que empiece a llover y empezar la zafra el primer día de noviembre. Claro que el 26 de este mes más o menos vamos a saber si el brote está a punto para la cosecha”.
También admitió que la tealera “es una actividad que necesita y genera dólares, porque todo se exporta, tendría que tener financiación pero hay restricciones muy grandes. Quizás uno no lo ve, sin embargo quienes están en el rubro sí lo sienten”.
En la actualidad hay muy pocos productores que hacen todo el proceso, “ahora están los prestadores de servicios que son los que levantan la cosecha”. A ellos también se les entregaron créditos, “no de cifras grandes”, según destacó Garay, pero de importancia porque servirá para combustible, algo de fertilizantes y reparación de máquinas.