El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó al gobierno de Australia para ayudarlo a desacreditar la investigación sobre si Rusia lo ayudó a ganar las elecciones de 2016, y el primer ministro australiano confirmó hoy que accedió a colaborar.
La revelación alimenta las sospechas y acusaciones de que Trump está usando el poder de su cargo y poniendo en riesgo la relación con aliados de Estados Unidos para obtener un rédito político personal.
El mandatario ya enfrenta la posibilidad de ser sometido a un juicio político por haber instado a su par de Ucrania a investigar a su potencial rival demócrata en las elecciones de 2020, Joe Biden, y a su hijo Hunter.
Una vocera del gobierno australiano dijo que Trump le pidió al primer ministro Scott Morrison que investigara cuestiones relativas a la investigación de la interferencia electoral de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
La investigación, que fue liderada por el fiscal especial Robert Mueller y ha empañado toda la Presidencia de Trump, concluyó que Moscú trató de influir en los comicios para beneficiar al candidato republicano.
“El Gobierno australiano siempre ha estado dispuesto a ayudar y cooperar con los esfuerzos que ayuden a esclarecer asuntos que son investigados”, se limitó a decir la portavoz de Morrison.
“El primer ministro confirmó esta disposición una vez más en una conversación con el presidente” Trump, agregó, citada por la cadena CNN.
La investigación de Mueller concluyó en marzo y llevó al procesamiento y encarcelamiento de varios asesores y miembros del equipo de campaña de Trump por obstrucción de la Justicia y por mentir a los investigadores.
De cara a las elecciones de 2020, Trump ha descrito la investigación y sus hallazgos como una “conspiración” y ordenado al Departamento de Justicia que lance contra investigaciones.
El diario estadounidense The New York Times, que dio la primicia sobre el pedido de Trump a Australia, afirmó que la Casa Blanca trató de restringir el acceso a la transcripción de la conversación telefónica con Morrison, de manera similar a su manejo de la reciente llamada entre Trump y su par ucraniano, Vladimir Zelenski.
Varias otras conversaciones telefónicas de Trump y líderes extranjeros, entre ellos el presidente ruso, Vladimir Putin, están ahora bajo la lupa.
El Kremlin advirtió el martes que Estados Unidos no puede hacer públicas las conversaciones entre Trump y Putin.
Fuente: agencia de noticias Télam.