El diputado nacional José Ignacio de Mendiguren cuestionó duramente al macrismo por la actual crisis económica, al afirmar que “este Gobierno eligió de aliada a la especulación financiera” y el resultado es “una deuda que se tornó cada vez más impagable”.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el diputado consideró que para enfrentar el complicado panorama “lo primero que hace falta es un giro de 180 grados en la orientación del plan económico”.
Por ello, recordó la crisis del 2002, cuando se encontraba al frente del Ministerio de la Producción de la Nación.
“Fui el primer Ministro de la Producción a nivel nacional y no fue casualidad. Yo era presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) en ese momento, y tuvimos que salir de la brutal crisis que dejó la explosión de la convertibilidad. Para eso hubo una decisión política muy importante, tanto del presidente Duhalde como de Raúl Alfonsín, de hacer una alianza con los sectores productivos, ya que se decía que de la crisis se salía produciendo. Y el mismo año de la crisis, 2002, Argentina generó 16.500 millones de dólares de superávit comercial”.
“Este Gobierno (por el macrismo) cuando asumió, teniendo también dificultades económicas, cambió la asociación, eligió de aliada a la especulación financiera y los resultados son estos, un endeudamiento que no guardó ninguna razonabilidad con el crecimiento de la Argentina, por el contrario, lo único que creció fue la deuda y mientras tanto se ahogaron los sectores productivos. Es decir la deuda se tornó cada vez más impagable”, completó al realizar la comparación.
“Por eso digo que lo que hay que hacer ahora es revertir en 180 grados esa tendencia, y volver a la profunda alianza con los sectores productivos. Tomar las medidas que permitan nivelar la energía productiva del campo, las industrias y los servicios. Y buscar que todo ese entramado de pequeñas y medianas empresas dejen de caer, ya que se están cayendo a razón de 40 empresas por día”, agregó.
Reforma laboral e impositiva
Consultado sobre el proyecto de Reforma Laboral, el diputado manifestó: “En el actual convenio figuran puestos de trabajo que ya no existen, fueron reemplazados por la tecnología. Así como hay otros que hoy existen y no están contemplados en el convenio. Por lo tanto está claro que hay que sentarse, charlarlo, para actualizarlo. Pero si lo que se pretende con la excusa de la reforma laboral es la precarización del empleo o la pérdida del poder adquisitivo del salario, eso es otra cosa. Porque no hay economía sin mercado, nadie compra una máquina para producir lo que no vende. El poder adquisitivo del salario es la locomotora del mercado”.
En relación a la reforma impositiva opinó que su tratamiento “es indispensable. Hoy, Argentina tiene una de las presiones tributarias más altas del mundo con un déficit fiscal también enorme, es decir que esto es como un doble veneno. También tiene un nivel de actividad que no se puede sostener. Y eso es una cadena que no termina nunca. Por eso es necesario revertir esa cadena, y muchas veces lo hemos hecho bajando la presión tributaria porque eso permite que la economía arranque. Se bajan los impuestos nominales pero el mayor nivel de actividad compensa esa baja, y genera que se recaude más, pero esto debe hacerse dentro de un plan económico, no a través de medidas sueltas. Este Gobierno no mostró ningún plan al respecto”.
Finalmente, señaló que se está pidiendo la Emergencia Alimentaria “porque es increíble que el Gobierno no pueda terminar de definir esto. Un país puede tener situaciones de pobreza pero no de hambre. Y además la situación es difícil hoy, pero va a estar mucho más complicada en uno o dos meses cuando toda esta inflación que se desató vuelva a impactar sobre los alimentos, remedios y combustibles”.