Entre el sueño y la realidad transita por estas horas el misionero Wilson Acosta (18). En pocos años, pasó de jugar en los playones de su Cerro Azul natal a ser uno de los emblemas de la Selección Argentina que disputa el Mundial U19 en Túnez, a 12 mil kilómetros de distancia de la tierra colorada.
Pura experiencia es lo que vive Wilson, quien ayer volvió a ser clave en el triunfazo que los chicos metieron sobre Japón y que les permitió asegurar el pase a los octavos de final, instancia en la que mañana se medirán ante Estados Unidos, desde las 15 de nuestro país.
Minutos después del triunfo por 3-1 sobre los orientales, Wilson habló desde el norte de África con EL DEPORTIVO y detalló cómo vive un viaje que marcará un antes y un después en su carrera deportiva.
“Fue un triunfo tremendo que nos da confianza para lo que se viene. La verdad es que jugamos muy bien. Esta victoria nos viene de diez, estamos afilados para los octavos”, confió el opuesto misionero, quien ayer marcó 14 puntos en ataque y se transformó así en el segundo goleador del partido en el equipo dirigido por Pablo Rico, por detrás del sanjuanino Manuel Armoa, que hizo 25.
El actualmente jugador de Defensores de Banfield, en la Liga Metropolitana, aseguró a este Diario que se encontró con un nivel muy superior al que compite a diario en nuestro país. “El nivel del Mundial es muy diferente, acá todos los equipos juegan y los partidos son muy parejos. Cada juego se define por pequeños detalles, es muy distinto al nivel que uno está acostumbrado. Es un punto tras otro, ir y buscar la pelota, atacar, bloquear. Eso hace todo muy complejo”, explicó Wilson.
Acosta se ganó la titularidad en las dos giras previas que Argentina realizó antes del Mundial. La primera fue en Brasil y la segunda ya en Túnez, días antes del debut en la cita ecuménica. Y refrendó esas actuaciones a puro remate: además de los 14 puntos de ayer, ante Alemania sumó 17. La alegría no pudo ser completa ese día porque la Selección perdió 3-1, pero Wilson fue el goleador argentino. Los ojos del mundo lo miran de cerca.
Sobre la experiencia mundialista, el misionero asegura que uno de los momentos culminantes pasa por escuchar el himno nacional antes de cada partido. “Te eriza la piel, es una emoción terrible. Para mí, es donde entro totalmente en ambiente de partido. Te inspira mucho, es un momento muy lindo”, sintetizó Acosta, quien luego del diálogo con EL DEPOR se aprestaba a descansar un poco antes de pensar en el rival de mañana. “Sabemos que Estados Unidos juega muy bien, que es muy organizado en el bloqueo y la defensa, y que además tiene buenos atacantes. Va a ser un partido duro, pero lo podemos sacar adelante. Estamos jugando bien y tenemos muchas posibilidades de clasificar”, cerró Wilson, a la espera de que el sueño sume un nuevo paso.