La mitad de los 6.082.400 trabajadores en relación de dependencia del sector privado gana menos de 33.395 pesos, según los datos del Ministerio de Producción y Trabajo. Con los descuentos de jubilación y salud, el sueldo “en mano” se reduce a menos de 27.717 pesos.
“En términos reales, teniendo en cuenta el efecto variación del nivel de precios, en mayo la remuneración real mediana cayó el 10,4%”, dice el informe oficial laboral. La caída es en comparación a mayo de 2018.
Los menos de 27.717 pesos, sumando la asignación familiar por hijo, se ubican por debajo del valor de la canasta de pobreza de una familia tipo (matrimonio con dos hijos) que en mayo estaba valuada en 30.337,84 pesos (en junio se ubicó en $31.148). De aquí se desprende que sin el ingreso del cónyuge, esas familias con empleo formal del jefe de hogar se ubicarían por debajo de la línea de pobreza.
A la pérdida salarial se suma que, en relación a un año atrás, el empleo privado registrado en relación de dependencia tuvo un achique del 2,7%: se redujo de 6.251.100 a 6.082.400, es decir, 168.700 empleos menos. De ese total, 36.000 se perdieron en mayo último.
El sector más castigado es la industria, con una reducción del empleo del 5,7%, seguido del comercio con un -4,3%. Estos sectores emplean a 2.230.600 empleados, el 36,7% del total. En un año, esos dos sectores tuvieron una merma de 117.100 empleos: 67.100 menos en la industria y 50.100 menos en comercio.
En junio, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) señaló que el empleo se redujo, con mayor incidencia entre las empresas de entre 50 y 199 empleados y con mayor fuerza en la construcción del interior del país.
Cae el poder adquisitivo
Los salarios de los trabajadores y empleados registrados le empataron a la inflación en mayo debido a los aumentos provenientes de las negociaciones paritarias. Sin embargo, vienen arrastrando una pérdida del 11,3% en los últimos 12 meses. Incluso con relación a diciembre de 2015, la pérdida es mayor: 16,3%. En lo que va de 2019, salarios e inflación avanzaron al mismo ritmo.
Los datos oficiales indican que los salarios registrados tuvieron un incremento del 3,2%, según el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) que elabora el Ministerio de Salud y Desarrollo en base a los sueldos registrados de las empresas. Es apenas 0,1 punto más que la inflación promedio de ese mes, que fue del 3,1%, de acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
En promedio, según el relevamiento del organismo, el sueldo bruto registrado con aportes jubilatorios de ese mes fue de 40.911,09 pesos. Un año atrás, era de 29.338,79. Representa un incremento del 39,4%.
En esos 12 meses, la inflación sumó el 57,3%. Esto significa una pérdida del poder adquisitivo de los sueldos del 11,3%. Con relación a la canasta básica total, que ascendió al 61,1% la pérdida es superior.
Fuente: Agencias y medios digitales