Entre los datos registrados por el Ministerio de Salud Pública en cuanto a la situación del VIH e ITS en la provincia, señalan que es alarmante la cantidad de adultos mayores que resultaron positivos de contagios, en concordancia con una tendencia presente a nivel nacional. Ante esta situación, se han organizado jornadas gratuitas que abordaron la sexualidad en la tercera edad para desmitificar la creencia popular de que el deseo sexual ya no existe en la tercera edad. En este sentido, al consultar a la población adulta sobre las prácticas más íntimas han notado que inclusive en los controles médicos muchos profesionales de la salud no optan por incorporar los estudios serológicos en los chequeos, al considerar que sus pacientes de más de 60 años no son sexualmente activos.
Sobre esto, la directora del Programa Provincial de VIH/Sida, ITS y Hepatitis Virales Provincial, Andrea Silvero Gallardo, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “actualmente a nivel nacional y provincial, los casos que resultaron positivos están concentrados en adolescentes y adultos mayores. Es por eso que hace poco armamos talleres de sexualidad en personas mayores para desmitificar un poco la concepción de que estas personas no tienen relaciones y que tampoco pueden contraer enfermedades de transmisión sexual”.
Respecto a la situación en la provincia, aclaró que “existe esa falsa sensación de que el adulto mayor no tiene sexo, cuando no es así.
Para saber más sobre esto, hace poco hicimos una encuesta anónima para presentarlo en el Congreso del Adulto Mayor en noviembre. En las personas de más de 60 años que fueron consultadas durante los talleres de sexualidad, el 70 % respondió que es sexualmente activo. Esto demuestra que tenemos que empezar a cambiar un poco la cabeza acerca del adulto mayor, porque a pesar de que las relaciones sexuales a su edad son diferentes no deja de tenerlas”.
Sin embargo, con este cambio social de las personas de la tercera edad llegaron también otros riesgos. Silvero Gallardo aseguró al respecto que en estos tiempos “persiste una vulnerabilidad de los adultos mayores a contraer desde HIV a sífilis, entre otras infecciones al no utilizar el preservativo”.
Sobre los motivos en la falta de prevención, detalló que “hasta en los médicos existe el prejuicio de que los adultos no tienen sexo. Obviamente ellos si tienen relaciones sexuales pero sucede que están en una edad donde no presentan un empoderamiento sobre los métodos barrera, por lo tanto no los usan”.
Un cambio social
En materia de los hábitos presentes en la sociedad actual, indicó que “cambió la sociología del adulto mayor. En otras épocas, una persona que se separaba o enviudaba no volvía a formalizar otra pareja. Ahora esto no es así, porque tienen sus compañeros cama afuera o amigos para viajar donde quizás no llegan a formalizar seriamente pero las relaciones están presentes. Es en esa dinámica donde la medicina quedó atrás y con talleres sobre la sexualidad en los adultos mayores buscamos hacer una sensibilización en el personal de salud para poder hacer un cambio de mentalidad de la atención”.
La falta de controles
En cuanto a los controles médicos, la directora del Programa Provincial de VIH/Sida aseguró que “los nuevos diagnósticos positivos que llegan un poco más tarde en el caso de los adultos mayores porque se accede a ellos cuando se complica su estado por otras enfermedades, debido a esa visión que se tiene de ellos. Entonces, teniendo en cuenta el preconcepto reinante tanto de las personas en general como en los colegas médicos de que se trata de personas que no tienen un riesgo, cuando un paciente pide un control general no entra en él una serología”.