Hablar de La Corte es hablar de la historia misma del rock misionero. Surgida a finales de los 80s, el grupo liderado por Japo Fleitas y Nono Freaza, le dio a la Tierra Colorada su primera banda “de exportación”. En 1992 grabaron su álbum debut en los míticos estudios Del Cielito Records.
También formaron parte del compilado “Blues de acá” (1994) junto a Pappo’s blues, La Mississippi, Ratones Paranoicos, Los Piojos, Durazno de Gala, David Lebón y Memphis, con temas elegidos por Bobby Flores. Además, fueron la banda de apertura del Cosquín Rock del año 2008.
La mejor manera de describir a La Corte es decir que es una banda de rock clásico, potente con más de tres décadas en actividad. Sobre el cómo hacer para mantenerse a lo largo del tiempo, el “Japo” cuenta que atravesar varias generaciones (porque la mayoría del público original de La Corte hoy es padre o abuelo), implica un montón de cosas:
“Todo lo que pasamos, lo que leímos y cómo hemos vivido, sin grandes lujos ni enormes miserias, a la larga terminó justificando el porqué estamos donde estamos y la posibilidad de seguir siendo escuchados”, contaron.
Sin embargo, el paso de los años repercutió en la formación original, y de esos cuatro jinetes del apocalipsis ochentero hoy sólo quedan el Japo, quien dejó el bajo para centrarse en la voz, y el Nono Freaza. Actualmente, La Corte sumó a Jaime Pereira (Katana) en el bajo, Foka Ríos en armónica y Leandro Lucas en la batería.
“La posibilidad de incorporar músicos jóvenes al proyecto LCDSM implica estar dispuestos a seguir creciendo con ellos. Observarlos, escucharlos y aprovecharlos 100% desde lo musical, pero sobre todo desde lo humano”, destacó el Japo. “Siempre digo que con el Nono conocemos todas las llaves que conducen al fracaso, y los nuevos integrantes son los que nos tienen que ayudar a encontrar la llave de la puerta grande”, concluyó.