Con la llegada de la ola polar a Misiones, el alerta por la presencia del dengue desapareció. Sin embargo, advierten que el mosquito no desapareció del todo y que sigue rondando en los hogares la posibilidad de convertirse en focos de contagio durante los días cálidos.
En diálogo con el programa El Aire de las Misiones de la 89.3 FM Santa María de las Misiones, el director del Instituto de Vigilancia Epidemiológica de Posadas, Fabián Zelaya, aclaró que “si bien este frío disminuye la población de mosquitos, hay que aclarar que no mata la larva, sino que retarda su desarrollo o crecimiento”.
Respecto al desarrollo de las larvas del Aedes Aegypti, añadió que “si en el verano ese tiempo era entre tres a cinco días, en el invierno pasa a 9 o 14 días. Para que el frío las mate tendría que ser constante y a temperaturas bajo cero”.
Fabián Zelaya aclaró que a pesar de las bajas temperaturas que hubo en la provincia “lo que a las 6 de la mañana era un recipiente en nuestro patio con un poco de agua que con el intenso frío se formó una escarcha, con el correr de la mañana ya se derritió y pueden ser potenciales criaderos de larvas”.
En materia de prevención, indicó que “la gente malinterpreta que porque hace frío no habrá mosquitos ni larvas. Este es el momento indicado para hacer las tareas de descacharrado y educación para eliminar los potenciales criaderos que hay de acá hasta noviembre y diciembre para que no nos pase lo del 2015 y principios del 2016 (cuando hubo un brote en Posadas). Estamos en la etapa llamada ‘interbrote’, donde más debemos trabajar para alertar al vecino de que todo lo que hagamos ahora dependerá lo que suceda en el verano”.
Por otra parte, advirtió “con estas temperaturas lo más probable es que el mosquito esté dentro de su hogar y no en el patio porque buscan las temperaturas cálidas, que rondan los 21 grados. Lo más probable es que se oculte detrás de las heladeras, debajo de las cocinas o camas”.