Padres del Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen mostraron su preocupación ante un nuevo hecho de inseguridad que sufrió un estudiante de ese establecimiento.
Ayer, minutos después de las 19, un estudiante de 15 años que había terminado su horario de clases salió del colegio hacia su casa, que queda a pocas cuadras de allí. Se dirigía por la avenida Santa Catalina y, al llegar a las inmediaciones de una Iglesia Adventista, fue sorprendido por un delincuente.
Con un elemento filoso, éste le cortó el pantalón para arrebatarle el celular que tenía en el bolsillo. Acto seguido, le dio una trompada en la cabeza, que dejó mareado al adolescente.
La víctima llegó a su casa y relató lo sucedido a sus padres, quienes se dirigieron a la Policía para radicar una denuncia por el hecho.
En base a averiguaciones que realizó PRIMERA EDICIÓN, se pudo determinar que este no sería un hecho aislado: en los últimos 45 días habrían ocurrido al menos 20 casos similares a manos de arrebatadores que deambulan por la zona.
En base a las fuentes consultadas, en una de esas oportunidades, un estudiante prácticamente se salvó de ser perforado con un destornillador. Esa vez, el ladrón le asestó una estocada en el cuello, la cual no llegó a penetrar debido a que dio en una vértebra.
La serie de denuncias por el robo de teléfonos y mochilas de los alumnos motivó que actuara la Justicia, según confiaron algunos padres de las víctimas.
Hubo allanamientos y demorados en averiguación de los hechos. Sin embargo, al no haberse encontrado las evidencias de los delitos, el caso no pudo avanzar. Los responsables estarían identificados y no vivirían muy lejos del establecimiento.