En las vísperas del 400º aniversario de la fundación de Concepción de la Sierra, dicha localidad recuperó parte de su historia jesuítica: días atrás, el gobernador Hugo Passalacqua entregó en mano al intendente local, Carlos Pernigotti, el cheque con los fondos suficientes para recuperar los terrenos donde en el siglo XVII funcionó el Cabildo de dicha reducción y que desde hace varias décadas está en poder de la familia Márquez.
La construcción donde se asienta el Cabildo, también conocida como “La Casa de Piedra” o “Casa Márquez”, pertenece al conjunto de las Misiones Jesuíticas y es considerada el patrimonio histórico, arqueológico y arquitectónico más destacado de dicha ciudad, por su autenticidad y antigüedad.
La Universidad Nacional de Misiones (UNaM), a través de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y su equipo interdisciplinario de investigación denominado “Recuperación Santos Mártires del Japón (RESAMAJA) VIII”, dirigido por la doctora Beatriz Rivero e integrado por profesionales y estudiantes, fueron en parte, los artífices de su recuperación.
Desde hace años, dicho equipo desarrolló múltiples trabajos desde la investigación arqueológica, histórica y turística en apoyo a la activación del patrimonio social de la comunidad.
Finalmente, todo lo que se realizó y trabajó a pulmón tuvo su recompensa con esta buena noticia. Otro de los actores que hizo efectiva la compra del predio, con fondos del Gobierno de la Provincia, fue la Municipalidad local.
El intendente Pernigotti, a fines de 2018, se contactó con la licenciada en Turismo (nacida en Concepción) Mariela Núñez para que interceda ante el equipo de investigación de la UNaM, tras llegar a un principio de acuerdo con los dueños del predio donde está asentado el Cabildo y otras reliquias jesuíticas, para la compra del terreno.
A partir de ahí, se solicitó a la Provincia el dinero para tal fin y fue vital dejar en claro la importancia del bien y su valor histórico.
Así es como, a pedido del jefe comunal y junto con el equipo de investigación a cargo de la profesora Beatriz Rivero, se armó la carpeta técnica que se entregó al Gobierno de Misiones. Dicho informe contó con los fundamentos necesarios para solicitar la adquisición del histórico predio.
Una vez finalizada la presentación de la carpeta técnica la expectativa fue grande, pero con la confirmación del aporte provincial, la alegría por estos días en Concepción de la Sierra es sustancial, ya que en los próximos días se haría efectiva dicha compra.
“Esto se transforma en el fruto del esfuerzo de muchos años de lucha, trabajos y estudios por la visibilización del patrimonio jesuítico de Concepción y hoy cobra sentido. Muchas personas a través de la historia han luchado por esto que hoy es una realidad”, resaltó emocionada la licenciada Núñez a PRIMERA EDICIÓN.
Cambio histórico
Por su parte, la doctora Rivero explicó a este Diario que “el inmueble durante décadas fue parte de una propiedad privada (NdR: su dueño era Clodomiro Rufo Márquez y hoy el lugar está en manos de sus nietos, residentes en Buenos Aires, quienes accedieron a la venta del terreno), que cerró las puertas a cualquier tipo de actividad de índole científica”.
“Sin embargo, a lo largo de los años, el equipo a mi cargo trabajó junto a la comunidad y sus autoridades para cambiar esta situación y así lograr que el lugar pase a ser parte del patrimonio cotidiano del pueblo, generando distintas acciones de activación patrimonial y que sirva como espacio cultural y de desarrollo local turístico”, añadió.
También, la investigadora resaltó que “la UNaM siempre alentó a sus investigadores a estar presentes más allá de las aulas y oficinas de Posadas. Con este logro se complace al decir que las acciones de investigación y extensión, generadas en cambiantes contextos políticos, en especial en momentos difíciles para la ciencia, hoy tiene para festejar y es el rescate de un recurso patrimonial netamente misionero”.
Un terreno, muchos tesoros
Por otra parte, vale resaltar que los materiales constructivos que actualmente se encuentran en el lugar permanecen visibles en la composición del edificio.
La fachada muestra la construcción en piedra y, a pesar de haber sido modificada y utilizada como vivienda familiar, guarda en su interior, así como también en su patio, materiales arqueológicos dignos de conservar.
Entre las diferentes piezas se encuentran: bases de columnas, piedras labradas, piedras itacurubí cuadradas del tipo utilizado para las construcciones, restos de fragmentos cerámicos, muros y cimientos.
Además, y como una de las postales más representativas del pueblo, en el interior del terreno se encuentra la talla de una santa sin cabeza, probablemente la imagen de la Virgen, la cual es conocida por la tradición del pueblo como “la Virgen sin cabeza”.
“Una de las más grandes”
Con una superficie total de 1.633 metros cuadrados, el inmueble ubicado en el corazón de Concepción es sin lugar a dudas un patrimonio histórico del municipio.
Entre las principales argumentaciones hay que destacar que allí aún se conservan restos del Cabildo jesuítico más antiguo de la región del río Uruguay.
La Reducción jesuítica “Concepción de Nuestra Señora del Ibitiracuá”, actual pueblo de Concepción de la Sierra. fue fundada el 8 de diciembre de 1619 por el sacerdote Jesuita Roque González de Santa Cruz en la región del Tape, cercano al río Uruguay, en el actual territorio de Concepción de la Sierra.
Fue una de las reducciones más grandes y de mayor crecimiento demográfico, considerada “madre de misiones”, ya que de ella surgieron los pueblos de San Nicolás y Santo Ángelo en actual territorio de Brasil.