El engaño puede tener muchas formas. Sin embargo mentir que un hijo está enfermo con el objetivo de sacarle algo de valor a otra persona y aprovechándose de la buena fe de la misma, debe estar en la cima de lo inescrupuloso.
De un caso de estas características se ocupó el Juzgado Correccional y de Menores 1 de Posadas en un reciente juicio abreviado. Para ello el acusado tuvo que admitir su culpa, teniendo en cuenta que la pena debe acordarse entre la defensa y la parte acusatoria, en este caso la Fiscalía. De esta manera el imputado recibió dos años de prisión con cumplimiento efectivo.
La causa se inició el martes 8 de noviembre de 2016, en el barrio San Isidro de la capital provincial. Ese día alrededor de las 18 el ahora detenido, de 28 años, se presentó en la vivienda de un vecino, de 34. Lo acompañaban una mujer y un bebé.
Fue entonces y tal como surgió de la investigación, que el muchacho le pidió prestada al hombre la motocicleta Jin Chen de 110 negra (dominio 706-IMB) modelo 2011. Fue allí que el acusado argumentó que tenía una emergencia médica y debía trasladarse a un centro asistencial con quien sería su hijo, es decir la criatura que llevaba en brazos la mujer.
El propietario de la moto, quien conocía al joven porque era su vecino, no dudó en acceder al pedido del mismo. El damnificado seguramente pensó que como hombre de bien le hacía un gran favor al prójimo e incluso, por qué no, su acción hasta podría salvar una vida, la del bebé supuestamente enfermo y por el cual había mucho apremio por trasladarlo y que lo vea un doctor. Esto y muchas otras cuestiones pudieron pasar por la mente del vecino generoso, sin embargo ni por asomo hubiera sospechado, o imaginado siquiera, que nunca más vería a su moto.
Esperó 24 horas
El propietario de la moto y vecino del imputado esperó un día a que le devolvieran su medio de movilidad, pues el mismo la utilizaba para trabajar, entre otras actividades.
Las horas pasaron hasta que finalmente decidió radicar una denuncia por el faltante de la Jin Chen. La Policía comenzó a investigar hasta que establecieron que el sospechoso había cambiado la moto ajena por otra más grande, en el barrio El Porvenir de Posadas.
Tras ser imputado por estafa el joven decidió admitir su culpabilidad en el hecho, acordando a través de su defensora y mediante un juicio abreviado una pena de dos años de cumplimiento efectivo, tal como informaron las fuentes judiciales.
El joven deberá además purgar la pena que le queda por una causa relacionada a tenencia de drogas -que se unifica con la de estafas- y por la cual se encuentra detenido en la comisaría Decimocuarta.