
Al valor de la moneda estadounidense en nuestro país hoy, el robo que se le imputa a Ernesto Javier Giménez puede ser titulado como millonario. Para enero de 2016, el monto denunciado fue estimado fue de 600 mil pesos y el presunto autor del delito fue descubierto por las compras que realizó a las pocas horas de la denuncia. Un automóvil, muebles y electrodomésticos para su hogar, adquirió en ese momento; 25 días después de haber salido de prisión, donde purgó condena por uno de los múltiples crímenes contra la propiedad que se le endilgan como autor.
Ayer, alias “Pinino” Giménez comenzó a ser juzgado ante la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva por “robo” y enfrenta una condena posible de seis años de prisión efectiva. Sus antecedentes, en caso de ser hallado culpable, poco o nada lo ayudarían.
El debate se inició en la sala de audiencias del juzgado en avenida Centenario, detrás del Palacio de Justicia provincial y bajo la acusación de la fiscal María Laura Álvarez, cuya propuesta de suspensión de juicio de abreviado de nueve meses de prisión, le habría resultado una pena muy alta al encartado.

Dos testigos declararon ayer. El primero, un investigador policial que detalló el informe que llevó a atrapar al hombre que durante la noche del 11 de enero de 2016 habría hecho estallar el cristal de una puerta trasera de un Audi Q7 y llevarse un maletín, entre otros elementos, con documentos y la recaudación del día de un comerciante del rubro pinturería; un botín de 600 mil pesos, incluyendo 24 mil dólares y 2.600 reales. El robo se registró en la esquina de las calles Santa Fe casi Junín, en el microcentro posadeño.
El pesquisa de la policía explicó cada paso que siguieron tras la denuncia del damnificado de 45 años y el inicio de las actuaciones bajo la órbita del juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor.
Apuntó que no se tardó mucho en dar con “Pinino” como sospechoso porque días antes lo habían visto recorriendo el microcentro en una motocicleta 110 centímetros cúbicos de cilindrada y lo conocían como un muchacho con amplio prontuario en este tipo de violaciones a la ley.
Auto nuevo
Pero el dato que desembocó la mayor curiosidad para la investigación fue que Giménez adquirió en efectivo un Volkwagen Gol modelo 2007 a las pocas horas que se conociera el robo del maletín. Peso sobre peso entregó 80 mil y se llevó las llaves del automóvil de la mano de su propietario, un mecánico conocido de varios años por “Pinino”.
No fue sólo ese el puntapié de las irregularidades, con la misma premura el imputado habría pagado, también con billetes, una serie de nuevos electrodomésticos en Posadas, como también varios muebles, por ejemplo: una cama matrimonial.
Con la orden del juez instructor se allanó una vivienda y se secuestraron los bienes. Pero también, y de acuerdo a las actas de informes, se secuestró 530 gramos de marihuana prensada, hecho por el que se debió iniciar una investigación en la Justicia Federal de Posadas.
Ayer la fiscal Álvarez solicitó a la magistrada Leiva que se libren los pedidos pertinentes para saber el estado de la supuesta causa.
Cabe señalar que, en la instrucción penal por el robo del dinero, no se registraron testigos directos del hecho ni de personas que hayan visto al sospechoso en las inmediaciones.
Tampoco se obtuvieron registros de cámaras de seguridad, ni del sistema de videovigilancia 911 ni en los dispositivos de comercios y casas particulares, que lo vincularan a “Pinino” cerca del lugar, hora y día del delito.
Quien le vendió el Gol a Giménez, fue el segundo en testimoniar ayer y debió recurrir a su primera versión, en la etapa instructoria, para refrescar su memoria y confirmar que conocía a quien le compró el vehículo.
Alegatos y sentencia
Hoy, desde las 8.30, está previsto que declare el comerciante que denunció el robo. Estaba citado para ayer, pero ante su ausencia se ordenó una nueva notificación la que fue respondida telefónicamente y se fijó su comparendo.
El paso siguiente será para oir el alegato de la fiscal Álvarez y del defensor particular de Giménez, Ricardo Skanata.
Luego el lapso cedido corresponderá a las últimas palabras del acusado, y el cierre con el fallo de la jueza Leiva.