El triunfo arrasador que consiguió la renovación el domingo contra el frente del presidente Mauricio Macri, representado en Misiones por el presidente del PRO nacional, Humberto Schiavoni, tiene varios aspectos dignos de analizar.
• No a la grieta: desde un primer momento el Gobierno provincial se empecinó en que la grieta no perfore Misiones. La discusión durante la campaña política estuvo centrada básicamente en temas provinciales. De hecho, el desdoblamiento de las elecciones tenía el objetivo de que las campañas nacionales no influyeran en las definiciones provinciales. Antes de las elecciones el oficialismo no mostró alineamiento con ninguna de las fuerzas nacionales para evitar “quedar pegado” y Passalacqua dejó de concurrir a los encuentros de Alternativa Federal.
• Los candidatos: la imagen positiva que tuvieron los dos candidatos que integraron la fórmula del oficialismo fue determinante para lograr el resultado del domingo. Médicos los dos, están identificados con el cuidado de la salud y se los instaló como dos hombres con “vocación de servicio” y “sensibilidad social”.
• El refresh: Herrera Ahuad y Carlos Arce son dos hombres relativamente nuevos en la política misionera, el primero emergió recién en 2009 como subsecretario y el segundo en 2016 como presidente del IPS siendo éste su primer cargo político. Lo mismo le cabe a Leonardo “Lalo” Stelatto, ganador de las elecciones en Posadas que tuvo su primer cargo político hace cuatro años, en la presidencia de Vialidad. Hay una virtud en la renovación de ir a buscar a ciudadanos independientes y convocarlos a trabajar en política. Empezó en 2015 con la gestión de Passalacqua y continúa. Los ministros Marcelo Pérez, Rafael Morgestern, Lisandro Benmaor son parte de esa camada. Este domingo hubo en toda la provincia cerca de 50 sublemas encabezados por jóvenes que participan por primera vez en política y 55 encabezados por mujeres. Hay radicales, peronistas e independientes que siguen incorporándose.
• Apertura: Para estas elecciones el Gobierno abrió las puertas a nuevos espacios políticos que no integraban el Frente Renovador: el partido CET, el Partido Trabajo y Progreso, el partido Podemos, además de presentar candidatos provenientes del radicalismo y del sector independiente.
• La estrategia política: además de polarizar con dos candidatos a intendentes fuertes en cada municipio gracias a la ley de lemas (como Joaquín Losada y Lalo Stelatto en Posadas, por ejemplo), también hubo una estrategia basada en nuevas formas de comunicación, mediante redes sociales y mediante charlas cara a cara con los ciudadanos. No hubo grandes actos como las campañas tradicionales. Tampoco se vieron agresiones en los discursos de los candidatos. El primero en instalar fuerte esta cuestión fue Passalacqua desde el primer día de su gestión cuando pidió “estar cerca de la gente” y exigió que quería a los funcionarios “en los barrios, fuera de las oficinas”.
• La gestión: la renovación repite hasta el cansancio que en cuatro años de crisis económica nacional no se endeudó, no se atrasó con los sueldos y mantuvo una gestión austera y ordenada. A pesar de las dificultades y el ajuste reconocido por Passalacqua (dijo que terminará ejecutando tres presupuestos en cuatro años por falta de fondos). Y la orden de dar “gobernabilidad” a la Nación.
• Oposición tibia: A pesar de que Schiavoni representa al Gobierno nacional se notó una campaña tibia, distante de la gente y con propuestas tecnócratas que no tuvieron perforación en la opinión pública. Además del video de apoyo no hubo otros gestos del Gobierno nacional para intentar lograr un triunfo. En síntesis, no se notó “hambre de victoria” en el Frente Juntos por el Cambio.
• Desencanto con Cambiemos: desde 2017 la imagen del presidente Macri y del sello Cambiemos cayó en picada en la opinión pública como consecuencia de no haber cumplido las promesas de campaña, no haber logrado controlar la inflación, la devaluación del peso frente al dólar, el deterioro del empleo y el crecimiento de la pobreza, sumado a los tarifazos en los servicios públicos y los aumentos imparables en el combustible. Los candidatos de Cambiemos quedan asociados a ese mal manejo económico y pagaron las consecuencias en las urnas.