En los últimos años Misiones avanzó en gran medida en lo que respecta a los análisis patológicos gracias a la implementación de un equipo técnico y profesionales a la vanguardia de la medicina. Desde el servicio de Anatomía Patológica del Hospital de Agudos Ramón Madariaga lograron acortar los tiempos y realizar a nivel local la mayoría de los estudios para detectar enfermedades, dejando solo para ciertos casos la dependencia de los grandes centros de salud en otros puntos del país.
“Hay algunas cosas muy específicas que se mandan a Buenos Aires, por ejemplo el inmunoflorecencia. En su momento planteamos la posibilidad de hacerlo en la provincia pero como es tan baja la cantidad de casos de glomerulopatía, que tienen que ver con enfermedades inflamatorias del riñon, y la aparatología es tan costosa conviene mandar a hacerse allá para dedicarnos a los casos de rutina”, detalló el responsable del Servicio de Anatomía Patológica del Madariaga, Lucio Acosta.
De acuerdo a las estadísticas conformadas sobre un total de muestras, en el año 2017 esta área realizó unos 28.568 estudios, entre biopsias; piezas operatorias; citología; inmunohistoquímica; biopsias por congelación; interconsultas; papanicolau y diagnósticos por HPV. Para el 2018, estos números se incrementaron a unas 29.984 muestras sujetas a análisis.
“Sobre estos casi 30 mil casos de estudio, en noviembre del año pasado estuve en el congreso Argentino de patología donde me comentaron los colegas que en 2018 otras provincias como Corrientes no llegan a los 22 mil muestras por año. En ese sentido, superamos ampliamente esa cantidad”, destacó.
En cuanto a la tipos de los exámenes hechos, explicó que en entre biopsias, endoscopias y de piel de en el 2017 hubo 4.914 muestras, mientras que en el 2018 se tomaron unas 6.135. En lo que refiere a las piezas operatorias (mastectomías, muestras de colón, vesículas, apéndices), en el 2017 se requirieron 2.664 análisis y el año pasado unos 2.818. En estudios de citología, con una revisión de líquidos pleurales y muestras peritoneales, en el 2017 se realizaron 987 análisis y fueron unos 908 durante el 2018. Sobre los análisis obtenidos a través del papanicolaou, en el Hospital se presentaron 10.730 muestras en el 2017 y 13.870 durante el año pasado.
El responsable del Servicio de Anatomía Patológica aclaró que “el test de HPV, el diagnóstico del virus papiloma, es muy importante ya que si la mujer no se trata puede llegar a desarrollar un cáncer del cuello uterino. Actualmente contamos con aparatos que identifican el fenotipo del virus que sólo en 2017 analizaron 9.008 muestras”.
Acerca de la importancia de contar con el equipamiento médico necesario, contó que “por ejemplo, para la inmunohistoquímica un instrumento con anticuerpos monoclonales permite la identificación de tumores indiferenciados, es decir que con este método podemos darle un nombre y apellido a los tumores. Aparatos como éste hay sólo unos cinco o seis en el país. Además, en el equipo contamos con 25 personas, con patólogos, citotécnicos y personal administrativo”.
Por otra parte, el médico señaló que “recibimos muchas interconsultas, las cuales son casos ya diagnosticados desde distintos puntos de la provincia. Además, se realizan las biopsias por congelación, que suceden cuando el cirujano está en el quirófano y se encuentra con un tumor o algo que es sospechoso; entonces nos llama en el momento y retiramos un fragmento que en 10 o 15 minutos tenemos que decirle si es maligno o benigno”.
Puntualmente sobre la anatomía patológica, Lucio Acosta sintetizó que “lo que hacemos es un diagnóstico histológico, es decir, todo lo que tiene que ver con la célula. Estos estudios se dan en dos partes, un diagnóstico macroscópico y uno microscópico. La macroscopía está relacionado con lo que ven los ojos. Si recibimos una pieza quirúrgica como un tumor de mama o colón y hasta las mismas biopsias, primero analizamos qué tamaño tienen, su peso, cómo son las características de la superficie cuando lo cortamos para darnos una idea de qué sucede con él. Para el diagnóstico microscópico, nos valemos de un aparato que tiene que ver con la parte celular. En el caso del cáncer de mama, por ejemplo, hacemos un diagnóstico para el oncólogo porque, según las características, se determinará si necesita o no hacer radioterapia o quimioterapia”.
Al hablar de casos hablamos de muestras, “comúnmente el concepto que se tiene de la anatomía patológica es detectar si tiene o no cáncer. Eso es lo más importante a descartar pero hay muchísimas patologías presentes, desde inflamatorias hasta las que tienen que ver con elementos relacionados con hongos y virus. En ese sentido también debemos guardar tanto los recipientes donde tomamos las muestras del diagnóstico porque en algún momento, ya sea para estadística o para algún trabajo científico o la parte legal, tenemos que contar con el material”, aclaró.