
En medio de la emoción, y prácticamente con un hilo de voz, varios jugadores de la selección campeona celebraron junto a EL DEPORTIVO y hablaron apenas minutos después de consagrarse como los mejores del mundo salonero.
Entre ellos se destacó Sandro Antiveros, oriundo de Dos de Mayo, quien se transformó así en el segundo misionero en consagrarse campeón del mundo, después del triunfo en 1994 que tuvo al posadeño Luis “Luchi” Caballero como uno de los protagonistas.
“No tengo palabras para explicar todo esto, realmente es inexplicable, una emoción enorme. No quiero dejar de agradecer a Dios, a mi familia y a todos los que hicieron cambiar mi vida. A todos ellos, simplemente gracias. La gente se portó de maravillas durante todo el proceso, ahora en el Mundial pero también en los amistosos. Es para disfrutar, somos campeones del mundo”, dijo Antiveros, visiblemente emocionado y aún sin poder creer el logro alcanzado.
También al borde de las lágrimas terminó el mendocino Marcelo “Chelo” Mescolatti, del club Don Orione de aquella ciudad, capitán de la Selección Argentina y considerado uno de los mejores jugadores del país. “La película no podía terminar así”, dijo el player, en relación a los segundos finales donde parecía que Brasil se imponía.
“La copa tenía que ser nuestra y gracias a Dios se nos dio. Es una alegría inmensa. Sabemos que acá hay un montón de gente y todavía más gente del otro lado del televisor”, se emocionó Mescolatti, quien dedicó el triunfo a todo el país: “Esta es una alegría para todo el pueblo argentino y para mí es una felicidad poder dársela”.
Finalmente, sobre su posible retiro, el legendario poste se sinceró: “Creo que este es mi broche de oro. No estaba cien por ciento seguro, pero con esto, casi seguro”.
Gonzalo Pires, actual jugador en Italia, también se mostró emocionado luego de la victoria sobre Brasil. “Somos campeones, que es lo más importante, vinimos por esto y la copa se queda en casa. Es un momento soñado. No queremos dejar de agradecer a toda la gente que vino a apoyarnos”, sintetizó el valor del Manfredonia, quien jugó menos de lo esperado debido a una lesión.
El goleador del torneo, Diego Koltes, también habló tras el partido y contó lo que vivió luego de errar el penal que hubiere significado el empate, a 12 segundos del final. “Cuando erré el penal se me cayó el mundo, pensé que todo se terminaba ahí, pero gracias a mis compañeros pudimos darlo vuelta y festejar”, lanzó, aliviado luego del triunfo.
Renzo Grasso, otro mendocino que juega en Italia, fue elegido el mejor jugador del certamen. “Esto es un premio al equipo. Fue un partido de locos. Sabíamos que iba a ser difícil porque el rival era Brasil. Que todo se haya definido cuando faltaban 6 segundos es algo que nos alegra aún más”, finalizó.
Por último, el entrenador Ariel Avveduto aseguró que “estamos contentos y exaltados de emoción. Este deporte tiene esto, es enérgico e inestable y eso es lo que lo hace más lindo. Todo puede cambiar de un segundo a otro y eso es lo que pasó hoy. Demostramos que fuimos los mejores. ¡Somos campeones del mundo!”, festejó el entrenador, en una noche histórica.