En una prueba de fuego para el seleccionado nacional frente al rival más difícil hasta el momento en la cita mundialista, se cumplió el penúltimo paso hacia el objetivo. En un polideportivo mundialista de Montecarlo repleto de público de ambos países, Argentina goleó a Paraguay por 4 a 0, en una demostración de autoridad, determinación, coraje y está en la final del Mundial de Futsal Misiones 2019.
Si había dudas con respecto a cómo reaccionaría el equipo cuando lo encontraban mal parado o defendía mal cuando lo atacaban, hoy las deshizo todas. Con mucho huevo, concentración y amor propio, el elenco de Ariel Avveduto le pegó cuatro martillazos a un gran equipo guaraní, que siempre se levantó ante las adversidades. Esta noche no. No hubo reacción.
Párrafos aparte para el mejor jugador de la cancha, Renzo Grasso, el misionero Sandro Antiveros y los dos arqueros argentinos, Federico Pérez y Agustín López, que se pusieron a toda Argentina al hombro y sacaron a relucir el porqué de estar entre los dos mejores del mundo.
Paraguay comenzó mejor el partido, a la Argentina se lo vio desconcertado tras ver a este rival que no fue parecido a ninguno de los que enfrentó anteriormente. El arquero argentino Federico Pérez fue figura en el primer tiempo.
Cuando el combinado “Albiceleste” generaba poco y nada, no le podía entrar a los paraguayos, Renzo Grasso tomó la lanza y fue, descargó para Diego Koltes y este se la devolvió al jugador mendocino que definió fuerte al palo derecho del arquero y entre las piernas de un jugador para abrir el marcador y hacer saltar de sus asientos al público local que alentó y acompañó de gran manera.
El equipo guaraní sintió el golpe y comenzó a cometer errores. Argentina lo aprovechó y se encontró con el segundo. Tras un saque lateral mal realizado de un jugador visitante y la presión alta de parte de Marco Politi, Diego Koltes, goleador del certamen con 10 tantos, llegó desde atrás y remató fuerte para aumentar el festejo. Los de Avveduto se llenaron de faltas y terminaron con cinco, al borde del “penal sin barrera”. Lo aguantó y así se terminó el primer tiempo.
En el complemento, la “Albiceleste” comenzó bien despierta y controló el partido, generó y complicó al equipo paraguayo, que se salvó muchas veces gracias a la gran actuación del portero paraguayo Cristian Garcete. Los paraguayos tornaron el juego bastante cortado y fuerte pero sin muchas reacciones en ataque.
El tercer tanto llegó nuevamente desde los pies de Renzo Grasso, el público se rompió las manos de tanto aplaudir al jugador argentino que fue un león en la cancha. Tras un pase largo del arquero López y el rechazo de cabeza de un jugador paraguayo, Grasso recibió, pasó al defensa guaraní y definió muy bien frente al arquero para marcar el 3-0.
La frutilla del postre llegó desde los pies del misionero Sandro Antiveros. El jugador de Plastimí de Posadas robó una pelota y se encontró con el guardameta paraguayo volviendo al arco. Sacó el puntazo, marcó el cuarto, entre las piernas del portero, para el desahogo, emoción y delirio del público argentino, que terminó retumbando las paredes del poli de Montecarlo festejando y cantando junto a los jugadores.
La gloria está a un paso, enfrente habrá un equipo difícil, que saldrá de Brasil y Sudáfrica. Serán cuarenta minutos cronometrados llenos de nervios y en el que Argentina tendrá que estar lo más calmado posible. Hacer lo que hizo hoy. Ser Argentina.
Este domingo el polideportivo mundialista de Montecarlo será el escenario final para la Selección nacional. Somos locales y estamos con ustedes.