Este miércoles, May puso su renuncia sobre la mesa para ganar el apoyo de todo su partido, pero su eventual salida del gobierno no fue suficiente para convencer a sus aliados norirlandeses del DUP, una pequeña fuerza política que le garantizó durante toda su gestión una mayoría en la Cámara de los Comunes.
Fuentes del DUP informaron al diario The Guardian que hoy no hubo nuevas reuniones con el oficialismo conservador y ratificaron que el partido votará en contra del texto que presentará mañana el gobierno en el Parlamento.
Sin el apoyo del DUP, May salió a buscar el respaldo del principal partido opositor, el Laborista, o al menos de una parte de él.
El Laborismo apoya mayormente el llamado Acuerdo de Salida que May negoció con la UE y que establece las reglas y condiciones del divorcio, pero cuestiona la llamada declaración política, otro texto acordado con el bloque europeo, que define los lineamientos generales de cómo será la futura relación bilateral entre Reino Unido y la UE tras la ruptura.
Hasta ahora, los tres documentos negociados y firmados con la UE -el Acuerdo de Salida, la declaración política y un protocolo adicional- habían sido discutidos y votados en el Parlamento como un paquete indivisible.
Sin embargo, sin los votos garantizados para romper la serie de derrotas legislativas, May desdobló el entendimiento y anunció que solo presentará a votación mañana el Acuerdo de Salida.
El fiscal general del país, Geoffrey Cox, aclaró hoy ante el Parlamento que la moción que presentó el gobierno “no solamente es perfectamente legal, sino también perfectamente sensato”, mientras que el presidente de la Cámara de los Comunes, el conservador John Bercow, aceptó la convocatoria del gobierno por concluir que el texto de la moción presentada “es sustancialmente diferente” al votado y rechazado dos veces este año.
Fuentes de la UE, por su parte, le adelantaron a la agencia de noticias EFE que están de acuerdo con el desdoblamiento de los textos negociados sobre el Brexit como una manera de extender el proceso hasta el 22 de mayo, una prórroga que el bloque otorgó la semana pasada a Reino Unido si consigue aprobar el Acuerdo de Salida antes del 12 de abril.
Sin embargo, May aún no tiene garantizado el apoyo de los diputados laboristas.
La cadena de noticias BBC le preguntó hoy al líder del Laborismo, Jeremy Corbyn, si su partido votará mañana a favor de la moción presentada por el gobierno y fue contundente: “No”.
Keir Stamer, el secretario para el Brexit del gabinete laborista en las sombras, también rechazó la nueva estrategia del gobierno y explicó por qué votarán en contra.
“Si la primera ministra intenta separar completamente el acuerdo de salida de la declaración política, eso empeorará aún más las cosas. Estaríamos saliendo de la UE, pero sin tener ninguna idea de a dónde nos estamos dirigiendo. Eso no puede ser aceptable y el Laborismo no debería votar a favor”, explicó Stamer, según el diario The Guardian.
Pero la negativa de Corbyn y de algunos líderes laboristas no supone necesariamente una derrota para May, ya que la cúpula partidaria enfrenta una crisis de legitimidad y liderazgo entre sus filas y en los últimos meses varios diputados de su bancada votaron, en varias ocasiones, en contra de lo que él pidió.
Si May logra mañana que la mayoría de los diputados aprueben el Acuerdo de Salida, podrá acceder a la prórroga otorgada por la UE para extender la fecha del Brexit hasta el 22 de mayo.
Sin embargo, si el Parlamento no aprueba también la declaración política en el próximo mes y medio, Reino Unido terminará saliendo de la UE el 22 de mayo sin un acuerdo y sin reglas definidas y consensuadas.
Fuente: Agencia de Noticias Télam