Misiones tiene lugares mágicos, donde los colores del paisaje se complementan con el accionar del hombre para crear ambientes donde renovar el espíritu y llenarse de energía. La ruta nacional 101 es un ejemplo de ello.
Premiada como la “Obra Vial del año 2008” por la Asociación Argentina de Carreteras, que nuclea a todas las provincias, empresas del sector y el Gobierno nacional a partir de un exhaustivo análisis de obras, calidad, técnica, ingeniería, tecnología entre otros aspectos, a lo largo y a lo ancho del país, atraviesa un parque nacional, el Iguazú, y dos provinciales, por lo que se la dotó de pasafaunas y ecoductos, convirtiéndose en una ruta ecológica, única en Latinoamérica, permitiendo a los animales atravesar la senda sin correr riesgos.
Nace en Bernardo de Irigoyen y culmina en el Parque Nacional Iguazú, para ello recorre más de 200 kilómetros, bordeando en parte la frontera argentino-brasileña, atravesando los departamentos misioneros de General Manuel Belgrano y Puerto Iguazú, en un andar serpenteante y entre lomadas que generan vistas únicas.
Los distintos seguimientos efectuados a la fauna local arrojaron que a lo largo de esta vía se pueden observar desde ocelotes y otros gatos de selva, hurones mayores, tapires, tatetos y corzuelas, agutíes y tapetíes, hasta yaguaretés.
Además, se vieron ejemplares de harpías sobrevolando la ruta y en algunos territorios urutaú coludo, también batará pecho negro y otras aves características de la selva paranaense.