En diciembre regresará a Estados Unidos bajo la denominación research fellow (investigadora miembro).
Hace solamente dos días la médica endocrinóloga, Giselle Mumbach, todavía sentía el crudo invierno de Bostón (EEUU), donde se encontraba a punto de culminar su formación en uno de los hospitales escuela más prestigiosos del mundo por pertenecer a la Facultad de Medicina de Harvard.
Con el calor misionero en los sentidos, y al que todavía no se podía adaptar apenas bajaba del avión que la trajo desde Asunción (Paraguay) a Posadas (Argentina), la médica aceptó hablar con PRIMERA EDICIÓN para contar su experiencia de formación en Neuroendocrinología.
Feliz, no sólo por la rotación que realizó durante dos meses y medio, Mumbach regresó a la provincia pero por algunos meses. Pronto volverá al norte del continente para dedicarse de lleno a la investigación.
Cuando culminó su trabajo se la invitó a proseguir en el centro de Neuroendocrinologia, pero ya como research fellow (miembro investigador), cosa que -aseguró- piensa aceptar e irse a los Estados Unidos con su familia.
Madre de dos pequeños (9 y 5 años), la médica espera mudarse en diciembre. “Es el sueño de toda mi vida. Venía de dos años de no poder hacer investigación a gran escala. Ahora volví para organizar todo lo que necesito e irme”,contó.
Una vida “cosmopolita”
Hija de un correntino, piloto de avión profesional y una devota madre, quienes adoptaron Misiones para establecerse, Giselle Mumbach está acostumbrada a una vida cosmopolita. Así como vivió y se formó en distintas partes del planeta, sus hijos también empiezan a tener esa experiencia.
Desde hace tres años y tras el “agite” de vivir de un lado a otro, ahora ella puede tener una perspectiva de donde se establecerá para investigar.
En 2016, cuando terminó su residencia en Endocrinología en el Hospital Durand, la doctora Mirtha Guitelman (jefa del servicio en el sector Neuroendocrinología), quien es su mentora, consiguió que Mumbach obtuviera su beca para continuar especializándose en Alemania. De hecho, lo hizo con uno de los grupos más prestigiosos de aquel país; Stalla en el Max Planck Institute de Munich.
Entre 2017 y 2018 su retorno al país se produce en el marco de una cuestión personal que la llevó a dividir su tiempo entre Posadas y Buenos Aires donde continuaba haciendo investigación en el Durand.
En el marco de una búsqueda de alianzas internacionales para investigaciones conjuntas, y proseguir sus estudios en Neuroendocrinología, solicitó nuevamente a su mentora, opciones para seguir formándose en el extranjero.
A fines del año pasado recibió así una de las noticias más esperadas y a la vez la que creía menos posible: un centro de Harvard había aceptado su postulación y se convirtió no sólo en la primera de Misiones, sino en la primera médica del país en tener la posibilidad de rotar en tan reconocido centro.
En toda la charla, Mumbach se mostró muy agradecida con Guitelman, quien había enviado el currículum de la joven médica a todas las universidades más importantes del mundo.
“La verdad es que quería ir a los Estados Unidos pero jamás esperé que me aceptaran en Harvard, porque es dificil que lo hagan”, contó aún revolucionada con todo lo vivido.
“Argentina a pesar de no contar con las mismas posibilidades que Estados Unidos u otros países más desarrollados, en cuanto a presupuesto para la Ciencia y la Investigación”, cuenta con profesionales que tienen pasión y ganas de hacer bien las cosas. “Espero que otras personas se sumen, apunten y afiancemos la ciencia y la investigación en Misiones”, remarcó.