“Un día alguien te va a abrazar tan fuerte que todas tus partes rotas se juntarán de nuevo”, la célebre frase le pertenece al escritor y director de cine Alejandro Jodorowsky Prullansky.
Y ese abrazo logrará alejar a la soledad y cubrirá al corazón de alegría. Serán abrazos fuertes, tanto que parecerá que quisieran rompernos, en verdad nos están arreglando. Con esos abrazos se creará una conexión única y especial, harán que el tiempo se detenga.
Y “si encuentras a una persona así, alguien a quien puedas abrazar y con la que puedas cerrar los ojos a todo lo demás, puedes considerarte muy afortunado. Aunque sólo dure un minuto o un día”, Patrick James Rothfuss, escritor estadounidense de fantasía.
Muchas veces un abrazo es la mejor terapia, con uno solo nos podemos renovar y seguir adelante. Son la manera más sencilla de comunicarnos con quien amamos porque se dice mucho sin pronunciar palabra.
Por eso, en esta edición llamamos a reproducir esos gestos de amor para llenarnos de felicidad, relajarnos y ser más pacientes.
Para la esteticista, Elena Cácerez Echevarría, colaboradora de Revista SextoSentido, los abrazos son una propuesta que te dejará bella e iluminada.
Nos sugiere abrazar a nuestros seres queridos, “ellos necesitan que les demuestres lo importante que son para vos y que es bueno sentir el abrazo porque es una de las expresiones de afecto más importante, cualquiera sea la edad”.
Y si crees que debés esperar el momento ideal “te recuerdo que es AHORA y de esta forma vas a ver que la vida se te hace más agradable, más cálida y tu rostro más radiante y con menos arrugas”.
Según la especialista, al abrazar estamos generando endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina “todas pertenecen al grupo de químicos naturales que hacen que seamos felices”.
Entonces ¿por qué resistirse? Además disminuye el estrés al liberar endorfinas y dopamina (sensación de bienestar). “El bienestar físico y especialmente el mental es ocasionado por el tiempo que le dedicamos a los momentos gratos y a la relajación”.
Paula Vogel, profesora de Educación Física y colaboradora de SextoSentido asegura que “el abrazo y las caricias se podría decir que nos sanan celularmente, ya que estos cambios son hormonales y se han comprobado mediante tests en laboratorios. Ahora, sabiendo eso por qué nos cuesta tanto entregarnos a ser cuidados, mimados y amados”.
Para Paula se trata de una construcción “que va desde adentro hacia afuera. Es decir, nosotros tenemos que aprender a cuidarnos: acariciarnos y permitirnos mostrarnos vulnerables, confiar en nosotros y así nos vamos a dar cuenta que esa vulnerabilidad la tenemos todos. Al reconocer que necesitamos del amor del otro y de su MIRADA, nos hacemos más fuertes, más humanos. Comencemos a pedir a alguien en quien confiamos: ‘hoy te necesito… necesito un abrazo’”.
Por
Susana Breska Sisterna
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