Lo que en principio parecía ser apenas un incendio se transformó, con el transcurrir de las horas, en la investigación por un supuesto intento de “boqueteros” por abrir un cajero automático que había sido recientemente cargado con billetes. Esa, al menos, parecía ser la hipótesis más fuerte alrededor del siniestro que se desató en el corazón del Parque Nacional Iguazú durante la madrugada de hoy
Al menos tres dotaciones de bomberos debieron intervenir en el sector, sobre una de las ‘plazas’ de acceso al predio para apagar las llamas y evitar que se propagaran hacia otros sectores. En medio de ese trabajo fue que las autoridades encontraron una garrafa de pequeño porte al lado de la máquina utilizada para la extracción de efectivo. Ese es el origen de las sospechas sobre un robo fallido.
Por lo pronto, más allá de la envergadura del hecho, no se registraron lesionados. En las últimas horas las autoridades de la Delegación Iguazú de la Policía Federal Argentina (PFA), a cargo de la investigación, aguardaban por el resultado de las pericias a los fines de determinar de manera certera qué fue lo que sucedió.
Fuentes del caso contaron a PRIMERA EDICIÓN que el alerta se encendió alrededor de las 3.30 , cuando diferentes llamados alertaron al cuartel de Bomberos Voluntarios de Iguazú sobre un incendio de proporciones que consumía una de las tiendas de recuerdos emplazada en el interior del Parque Nacional. A la labor de esos uniformados se sumaron en colaboración los bomberos de la Policía Federal, con asiento en el aeropuerto internacional, emplazado cerca del predio.
Cuando las autoridades llegaron, se toparon con que el fuego había hecho estragos en la estructura del comercio, ubicado a escasos 150 metros de la ‘Estación Central’ del tren turístico interno que recorre el Parque. De tal magnitud fue el siniestro que los bomberos finalizaron su trabajo ya con la luz del sol, alrededor de las 6.30, después de tres horas de esfuerzo.
En medio de esa labor es que se conoció el dato fundamental y, a la vez, fuera de lo común: en el interior del cajero ubicado “casualmente” en el mismo edificio que la tienda, al lado del aparato, los efectivos encontraron una garrafa de pequeño porte aparentemente dañada por las altas temperaturas.
Entonces surgió toda una serie de teorías, de las cuales la principal no descarta que un grupo de “boqueteros” haya intentado abrir el cajero automático para llegar al efectivo con una cortadora a gas, comúnmente utilizada en este tipo de modalidad para realizar cortes precisos y rápidos sin generar ruido. Los investigadores apuntan a que los maleantes se encontraban en medio de esa labor cuando algo salió mal y la escena se transformó en un verdadero infierno.
Por lo pronto, las autoridades que intervienen en el caso ordenaron una custodia permanente en el lugar, que llevan adelante efectivos de la Policía Federal. En las próximas horas podrían conocerse los resultados de las pericias, que serán determinantes para establecer qué fue lo que sucedió y si quedaron rastros de presuntos delincuentes.