El grupo de los vecinos autoconvocados por la falta de agua fueron recibidos el jueves por Ulises Espinoza, Director de Servicios de Imas, que llegó desde Posadas para tratar de contener la inquietud de los vecinos que, en muchos casos, están desesperados porque no tienen agua desde hace 10 días.
Luego de escuchar a los vecinos, el funcionario recurrió a una frase contundente para resumir la situación confusa y desordenada que tiene la Ciudad de las Cataratas con el tema del agua: “Esto es un quilombo señores. Esta ciudad es un quilombo”.
Antes, Espinoza argumentó varias causas que provocan los problemas de provisión del líquido vital. Entre otros argumentos, dijo que la proliferación de cabañas con pileta, destinadas a la explotación del turismo, provocó un aumento desmedido en la demanda de agua, lo mismo que la instalación de nuevos hoteles que también tienen grandes piscinas.
Otro de los factores que remarcó es la gran pérdida de agua que tiene la planta, con la enorme cantidad de “enganchados” que hay en la ciudad. Inclusive dijo que muchos de ellos no están en los barrios periféricos o más alejados, sino en la zona céntrica de Iguazú.
Si bien no hubo respuestas concretas, por parte del funcionario provincial, por lo menos alentó a los vecinos autoconvocados a seguir reclamando, ya que –según indicó- gracias a esa protesta que se visibilizó a través de los medios, se lograron algunos avances, como por ejemplo la orden de mandar a reparar rápidamente los equipos dañados y el envío de una nueva bomba para poner en funcionamiento en los próximos días.
Cómo es vivir sin agua
Uno de los vecinos que participó de la reunión, residente en la zona de Barrio Belén, contó a PRIMERA EDICIÓN algunas escenas de la vida cotidiana a las que se tiene que enfrentar desde hace 10 días por la falta de agua.
“Por suerte, la lluvia del otro día, me permitió juntar un poco de agua en una cisterna. Esa agua estamos utilizando para bañarnos (lo tenemos que hacer rápidamente) y esa agua la juntamos para utilizarla en otras cuestiones, como por ejemplo limpiar o tirar en el inodoro”.
Olvidarse de lavar las veredas, el patio, o baldear la casa, son algunos de los cambios que están experimentando muchos vecinos de la ciudad. Ni hablar de lavar el auto, algo que tampoco pueden hacer.
“La falta de agua nos lleva a una desesperación, más para aquellas familias que tienen chicos y con estos calores no tienen la posibilidad de refrescarlos con una manguera o una pelopincho de lona”, confió otro vecino.