Sin lugar a dudas todos queremos estar mejor, pero cómo, dónde quedaron mis sueños, mis expectativas, mis ganas de vivir el día a día.
Podés lograrlo fijando tu plan de acción basado en tus realidades, ayudándote a conocerte a través de preguntas, técnicas, ejercicios muy sencillos. Y ante la pregunta ¿cómo estoy? y la respuesta, hacemos lo que podemos o y tirando, expreso a viva voz.
Hoy …
¿Cómo hacerlo?, conociéndome. Si no sé quién soy ni qué quiero lograr, no podré avanzar con pasos firmes. Sólo serán ilusiones que no podré concretar.
Busco una y otra salida, me mudo, cambio de trabajo, me separo, compro un auto, una casa, cambio de médico o me someto a una cirugía. ¿Qué hago con mi vida para estar mejor?
Herramientas hay muchísimas, pero para qué me sirven si no sé lo que soy realmente, lo que me hace feliz.
Herramientas son una pala, una podadora, la repetición de frases positivas, un buen libro.
Todas las herramientas sirven pero solo si las ocupamos correctamente.
Para qué me sirve una pala si quiero colgar un cuadro; para qué me repito hoy seré feliz si me duelen tanto los huesos, que no puedo caminar.
Por eso, bíblicamente Dios nos deja la guía correcta para comenzar el gran desafio del cambio. Me retiro, medito y fijo mis prioridades conociéndome. Su meta era enseñarnos que podíamos aspirar a un mundo mejor con la vida eterna, se preparó 30 años para predicar durante 3 años y lograr la salvación de miles.
Meditó, fijó su plan, lo llevó a cabo y nos dio la oportunidad de elegir. Si me paro frente a un espejo, qué veo y qué quiero ver. Si me fijo en mí, ¿qué quiero lograr?: una madre más glamorosa, una profesional con más éxito, una esposa más amada, una viajera, una mujer sana.
Empecemos con un ejercicio
Hoy me veo así… Lo anoto, me tomo una foto de cuerpo entero y una del rostro y al lado, con otro color anoto qué quiero en forma concreta.
Ejemplo: Quiero bajar 15 kg:
Paso Nº 1 chequeo clínico. Pensamiento negativo, aumento por qué como y no hago actividad física, ya sé lo que tengo que hacer, (jajaja) hay mil dietas dando vuelta, solo pierdo tiempo en el médico y la nutricionista.
Pensamiento positivo: voy al médico para saber cémo estoy y saber qué medidas puedo tomar acordes a mi estado actual, mi peso, estatura, contextura y estado físico actual. Me fijaré un plan progresivo acorde, no generaré un efecto rebote y lo que baje será sin complicaciones, además de favorecer que no los volveré a subir.
Toda nuestra vida parte del saber quién soy y quién elijo ser. Brindemos por nosotros y nuestro poder de saber que las herramientas básicas no sirven si no empezamos por saber quiénes somos hoy y quiénes queremos ser mañana.
Dios nos dice: “Pide y se os dará”, qué maravilloso versículo y ejemplo en vida que nos legó. ¿Qué esperamos para utilizarlo?
¡Feliz y próspero 2019!
Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica.
Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMO
En Facebook
En Apóstoles Clínica Día.
Av. Tambor de Tacuarí 3328- Posadas
T.e. 4423184