¡Hola queridos amigos! Luego de esta jornada solar de 365 días, nos encontramos nuevamente ante el umbral del 2019 haciendo el recuento de lo vivido y trazando perspectivas hacia el porvenir, aunque en general nuestra cultura occidental, y cada vez más, nos haga verlo como una carrera hacia no se sabe donde, que hace que al hombre común las fechas simplemente se le vengan encima, sin tomarse ese tan aconsejable tiempo de recalibrar acciones futuras basándose en las consecuencias de las pasadas.
Ahora, si a este trabajo interior sugerido por todas las religiones le agregamos un ingrediente exterior a nosotros, que no sólo nos ayudará en esta revisión sino que nos proveerá de un soporte que nos capacitará para poder transmutar aquello que considerábamos insalvable para llegar a nuestra tan anhelada transformación de homo sapiens a homo angélico, o como dijimos la semana pasada, alcanzar la conciencia Crística Yo Soy, lo vuelve mucho más apetecible y gratificante, y del soporte que estamos hablando es de la energía que nos provee el Sol en este momento que lo que vamos a celebrar es la finalización de una jornada solar y el inicio de otra.
La información que les transmitiré a continuación la tomé del muro de Matías de Stefano, quien nos decía que el 21 de diciembre a las 19,30hs. Argentina, comenzó el solsticio de Verano/Invierno (según el hemisferio en que nos encontremos). Durante 3 días el Sol se detendrá en el horizonte antes de comenzar su camino inverso, el día 25, algo que se conmemora como la Natividad del Sol, momento en que se vuelve a mover.
Este renacimiento da comienzo a un Nuevo Ciclo, el cual para nosotros se formaliza en el calendario gregoriano, entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. Por esto, los siguientes 11 días, (entre el 21/12/18 hasta el 31/12/18) serán días de finalizar un sendero y reiniciar otro.
Por lo que Matías nos deseaba, que cada uno a su manera se atreva a liberar aquello que deba transmutar y se anime a avanzar hacia senderos nuevos y nutritivos para nuestras almas, espíritus y cuerpos.
Los antiguos no celebraban sólo un día estos hechos (como lo hacemos nosotros) sino varios, pues comprendían que no era el hecho sino el proceso lo que nos hacía transformarnos (ya que todo en el hombre es un proceso).
Por ello, los primeros 11 días serán el proceso de cierre, y los siguientes 12 (o sea desde el 1/1 al 12/1/2019), los que plasmen la energía de lo que buscamos en este nuevo tránsito 2019. Y finalizaba diciendo: ¡Con toda la intención les deseo que tengan un feliz Solsticio, Natividad Solar y comienzo de 2019!
Lo que figura entre paréntesis, son aclaraciones mías y agregaré algunos detalles que he observado, como por ejemplo, el real motivo por el cual tenga que ser una celebración la finalización e inicio de un nuevo año, ya que para nuestra interpretación, según sean los acontecimientos vividos, serán motivo de tristeza o celebración, mientras que acá descubrimos que nuestro renacer es independiente de los acontecimientos externos, pues este es un proceso enteramente interior y siempre es un motivo de celebración en los cielos cuando un sólo ser humano retoma conscientemente su camino a él a través de, intencionalmente, (la intención es necesaria debido a nuestro libre albedrío) transformar su accionar y con ello transformase hacia un ser superior, y que conociendo la naturaleza humana, esto deba ser un proceso de varios días vividos en alegría por lo aprendido en el ciclo anterior (sin culpas, ya que éstas nos hunden en el mar de la incomprensión) y que nos sirven para transformarnos y poder elegir el sendero correcto en el nuevo ciclo, de esta
manera nos convertimos en semillas generadoras de esta realidad virtual.
Semillas generadoras
Busca y encuentra el buscador entrenado en esta habilidad,
de trigo maduro está hecha la nueva realidad,
el trigo es aquello que con amor sembrado en su mente está,
y caminando va entre versos que en su corazón grabados están.
De nubes y estruendos es esta realidad que está quedando atrás,
con vivo resplandor fulgura el nuevo Sol que la disipará,
pues cual humo se irá sin dejar rastros la maldad,
aquella que primero, de sí mismo deberá erradicar.
Colabora
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
EscritoraTambién en FB.
Escuela de Pensamiento