
Si bien en un principio trascendió como un operativo antidrogas, el trasfondo terminó de confirmarse en las últimas horas: un colono de Comandante Andresito recibió la prisión preventiva por violar y prostituir durante años a dos de sus hijas en el mismo bar-pool en el que vendía drogas.
El sospechoso, conocido en esa zona de frontera como “El Viejo” (50), quedó formalmente imputado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y prostitución infantil agravada”. La resolución fue adoptada por el magistrado Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, al frente de la investigación, quien consideró suficientes las pruebas que obran en el expediente para endilgarle los episodios antes mencionados.
En tanto, ante el Juzgado Federal de Primera Instancia de Eldorado, a cargo del juez Miguel Ángel Guerrero, “El Viejo” afronta otra causa por el hallazgo de 6 kilogramos de marihuana, 165 gramos de clorhidrato de cocaína divididos en dosis, además de semillas de “cannabis sativa”, una balanza de precisión, pesos argentinos y reales.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la investigación se inició a mediados del último agosto, cuando una adolescente de 16 años se presentó en el Juzgado provincial junto a su madre y brindó un relato propio de una película de terror.
La adolescente dijo que tanto ella como su hermana mayor, de 28, eran constantemente violadas por su padre, propietario de un bar-pool emplazado en el Paraje Tres Leones, ubicado sobre la ruta provincial 24, a unos 20 kilómetros de la zona urbana de Comandante Andresito.
Sin embargo, el relato no culminó allí. Es que la adolescente aseguró que su padre también la prostituía junto a su hermana. Los clientes eran los habituales concurrentes al bar-pool, emplazado en una zona poco habitada y cercana al río San Antonio, es decir, a la frontera con Brasil.
Sobre el final, la víctima contó que tomó coraje para contar lo sucedido luego de escapar del comercio de su padre y refugiarse junto a su madre en Iguazú. Su hermana mayor corrió otra suerte: también logró huir del infierno tras conocer a un hombre y escapar con él rumbo a Brasil.
Orden mediante del juez Brites, efectivos de la Unidad Regional V de la Policía provincial irrumpieron en el Paraje Tres Leones durante la tarde del miércoles 22 de agosto.
Allí mismo procedieron a la detención de “El Viejo”, pero se llevaron una sorpresa: el lugar también era un “kiosco narco”, en el que detectaron marihuana, cocaína y elementos de corte. Y como si lo anterior no fuera suficiente, también se encontraron con una camioneta Toyota Hilux que había sido robada la noche anterior en la localidad brasileña de Pranchita, a 50 kilómetros de la escena.
De los datos recabados en el lugar, los detectives pudieron establecer que “El Viejo” era ampliamente conocido en esa zona de frontera como un “peso pesado” ligado al ámbito delictivo. Esa razón era una de las que mantenía en silencio a sus propias hijas, a quienes había amenazado de muerte para que no contaran su pesadilla.
Así las cosas, formalmente imputado, la causa por los abusos y la prostitución a la que sometía a sus hijas avanza rumbo al debate oral y público, donde podría recibir incluso más de 20 años de cárcel. En el expediente federal, en tanto, no está solo: también su hijo, de 20 años, está bajo la lupa.