Como cada diciembre, las movilizaciones al respecto se intensifican ante un tema que, para las voluntarias, no tiene eco en las autoridades: “Se suman, lanzan mensajes, pero a la hora de acciones concretas que están en sus manos, se olvidan una vez que pasa diciembre y pasa el tema. Recuerdo que un concejal nos prometió que avanzaría en la norma, pero quedó en eso, en promesa”, según afirmó una referente a PRIMERA EDICIÓN.
“Yo no entiendo qué más hay que demostrar: científicamente está comprobado el daño no solo a los animales, sino también a bebés, autistas, abuelos, discapacitados… Es tremendo lo que pasa y lo que dejamos que pase”, subrayó.
Con varios años de trabajo y reconocimiento en el medio, las agrupaciones protectoras Red Mascotera y Patitas Coloradas solicitan apoyo.
“Queremos la ley de pirotecnia cero. Hace muchos años que estamos en esto y cada previa a las fiestas nos ilusionamos con que sea menor el uso, sin embargo la realidad no nos indica eso y es doloroso. Estamos convencidas de que es la única solución: para cambiar una costumbre, necesitamos la legislación acorde”, insistieron.
De todas maneras, sus integrantes redoblan esfuerzos para concientizar. “Es un trabajo de hormiga, pero sumar una persona de nuestro lado, que diga ‘no voy a usar más’, es un aliciente. Nos gratifica ir cambiando actitudes a partir de la concientización”, manifestaron.
Dadas las circunstancias, las organizaciones comparten información, sugerencias, consejos y utilizan los medios a disposición para exponer la realidad del tema.
Por su parte, la Municipalidad tiene a su cargo el control de la venta de pirotecnia. Guillermo Correa, director de Inspección General, confirmó que habrá controles estrictos para hacer cumplir la reglamentación local, que prohibe taxativamente la venta callejera, mientras que los locales de comercialización deben reunir estrictos requisitos de seguridad.