EEUU explicó en un comunicado que la amenaza de elevar los aranceles de 10% a 25% a importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares, y que entraba en vigor el 1 de enero, quedó en suspenso por un periodo de 90 días.
“Si al cabo de ese lapso, las partes no logran un acuerdo, los aranceles que se ubican en 10% pasarán a 25%”, indicó la Casa Blanca.
“Fue un fantástico y productivo encuentro, con posibilidades ilimitadas para Estados Unidos y China. Ha sido para mí un honor trabajar con el presidente Xi”, reaccionó Trump según el comunicado.
Los mandatarios, que tuvieron una cena al término de la cumbre del G20 en Buenos Aires, estuvieron de acuerdo en comenzar negociaciones de inmediato para conseguir “cambios estructurales” en lo que atañe a la transferencia forzada de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, intrusiones cibernéticas y ciberpiratería, servicios y agricultura.
China se comprometió a colaborar para corregir el desequilibrio comercial entre los dos países y comenzará de inmediato a adquirir productos agrícolas estadounidenses, según el texto.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, consideró el acuerdo como “provechoso, no solo para el desarrollo y el bienestar de los dos países, sino también para el crecimiento sostenido de la economía mundial”.
Estados Unidos y China se enfrascaron este año en una “guerra comercial”, con el establecimiento recíproco de aranceles a sus productos, en una escalada que preocupa a los líderes de las principales economías mundiales.
La guerra comercial
La “guerra comercial” se inició cuando Trump impuso aranceles que alcanzaron a 300.000 millones de dólares de importaciones, de los cuales 250.000 millones de dólares correspondían a productos chinos.
La próxima batería de medidas está prevista para el 1° de enero, cuando los aranceles de Estados Unidos a importaciones chinas por unos 200.000 millones de dólares podrían subir de 10% a 25% si no hay acuerdo.
Antes de dejar Washington, Trump había dicho ver “buenas señales”, pero a la vez se mostró reticente a un acuerdo. “Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China pero no sé si quiero hacerlo”, expresó.
En su discurso ante los demás líderes, el mandatario chino dio un claro mensaje: los miembros del G20 deben “apoyar el sistema comercial multilateral”.
Durante años, Estados Unidos acusó a China de manipular su moneda, el yuan, para volver más competitivos sus productos.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca y sus medidas proteccionistas, el gobierno estadounidense pasó a la acción. Pero el déficit comercial con China continúa profundizándose.
Y en septiembre alcanzó un nivel récord. Del total de 54.000 millones de dólares en rojo, 37.400 correspondieron a los intercambios con China.
Fuente: Agencia de Noticias NA