La semana comenzó con el movimiento de todas sus pertenencias para las familias de la chacra 244, quienes se aprontaron para ocupar sus nuevos hogares en el barrio Giovinazzo. Como ya adelantó PRIMERA EDICIÓN, se trata de las primeras seis relocalizaciones que se harán este año, de acuerdo al plan de traslado que beneficiaría a un total de 35 las familias, afectadas por la crecida del arroyo La Chancha.
Del operativo de mudanza, realizado durante el mediodía del lunes, participaron trabajadores de la Municipalidad de Posadas en conjunto con el personal del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), quienes colaboraron cargando los muebles y pertenencias de estos vecinos que ahora habitarán una vivienda digna.
“Fueron relocalizadas tres familias por ahora, antes de fin de año saldrá otro grupo”, indicó Santiago Enriquez, encargado de la Unidad de Coordinación y Control de Gestión de a comuna posadeña. Por su parte, Soledad Armoa, vocera y vecina de la chacra 244, comentó a PRIMERA EDICIÓN que “se fueron tres familias por ahora, aún quedan las restantes tres que se irían en esta semana, si el clima acompaña la mudanza, si no, lo pasarán recién para la próxima semana”.
A su vez, remarcó que “las restantes familias quedaríamos para ser relocalizadas durante los meses de febrero o marzo. Según lo que nos comentaron sobre la mudanza, el Municipio realizó el depósito de dos millones (de pesos) y por eso el IPRODHA comenzó el traslado”.
En cuanto a la relocalización de los vecinos de la chacra 244, previamente había detallado que “en el informe que hizo el IPRODHA éramos 35 familias afectadas”. En cuanto a la distribución de la relocalización, “primero se van los que estaban al borde del arroyo, por eso lo aceptamos, porque primero sale una tanda y luego lo hacemos otros pocos”.
Sucede que el espacio de los damnificados por el desborde de La Chancha durante las inundaciones de comienzos de octubre ocupa dos chacras: la 244 y la 245, lugares donde habitan personas desde hace más de 20 años por familias numerosas.
En esa ocasión, fueron unos diez hogares los que quedaron arrasados por la potencia de las aguas, dejando a sus ocupantes con lo puesto.
Por los niños
Por otra parte, Soledad Armoa señaló que “todavía no tuvimos novedades respecto a lo que informamos al Defensor del Pueblo la semana pasada”, en referencia al pedido de informe realizado al IPRODHA para que aclare a los vecinos en qué fecha se completaría la relocalización y dónde se mudarían, ya que muchos tienen niños en edad escolar y deben conseguir bancos en los establecimiento educativos.