Ante el Tribunal unipersonal del Juzgado Correccional y de Menores 2, a cargo del Dr. César Luis Jiménez se dio lugar a una nueva ronda de testigos.
Fue citada Josefina Dei Castelli, amiga de Santa Cruz. El magistrado le solicitó que relatara qué fue lo que hizo esa mañana del 31 de enero, cuando estuvo en la casa de Rocío.
La testigo contó que tanto el esposo de Santa Cruz como su propia amiga, la habían llamado para contarles que habían tenido una fuerte discusión por el automóvil roto con el que había llegado la acusada al domicilio. Indicó que entre las 8 y las 9 llegó a la casa de su amiga y le preparó un café con Tía María, para que se tranquilizara. Posteriormente llegó la policía y el secretario del juez hasta el lugar para indagar acerca del estado del vehículo.
También declaró el Dr. Roberto Jorge Gisin, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Escuela. La defensa de Santa Cruz, a cargo de los doctores Eduardo Paredes y José Luis Rey, lo consultaron por el tipo de lesiones craneales que figuraban en la autopsia de Ramón “Topo” Cabrera (53). La pregunta puntual radicó en saber si el tipo de fractura que tenía la víctima eran propias de una persona que dio la cabeza sin la protección que otorga un casco, a lo que el profesional respondió afirmativamente. Según su declaración, lo más probable era que haya sido a través de un golpe directo contra el piso.
Se vivió un momento de tensión en la sala cuando la fiscal, María Laura Álvarez, le inquirió a Gisin para que confirmara la relación de parentesco con la defensa de la acusada, para así buscar que se anulara el testimonio. Más allá de ello, luego de una aclaración legal pertinente, el juez no hizo a lugar al planteo de la fiscalía.
Seguidamente fue llamada a declarar Roxana Kredlbeck, la psicóloga que atiende a la imputada. Con la negativa de la fiscal, pero por pedido de la defensa, la sala fue desalojada, dado que a su entender se iban a ventilar cuestiones de la vida privada de Rocío Santa Cruz.
Veinticinco minutos después, y ya con el público y el periodismo presente en la sala de audiencia, prestó declaración un perito de la Policía, quien fue el que había examinado a Santa Cruz en la comisaría. Entre otros detalles indicó que en aquel momento ella presentaba aliento etílico.
Sobre el cierre de la jornada, con acuerdo de las partes se procedió a la lectura de testimoniales, tanto de la imputada como la de otros testigos que no fueron citados.
Respecto a la declaración en sede judicial de Santa Cruz, según consta en el expediente, indicó que esa madrugada del 31 de enero había estado en un restorán en la Costanera y posteriormente en un pub de la misma zona. Había declarado que no tomó alcohol y que rompió el paragolpe de su Peugeot 408 en un lomo de burro que está frente al monumento a Guacurarí. No recordaba cómo había llegado a su casa, pero si que era un trayecto de rutina.
También se leyeron testimonios de otras mujeres que compartieron la reunión de despedida de soltera junto a Santa Cruz en los locales de la Costanera. Se conoció el relato del taxista del momento del siniestro vial y como colaboró para hallar el vehículo involucrado. Y además la de otro oficial de policía, que actuó en el lugar del siniestro y procedió en el domicilio de Santa Cruz.
El juicio entrará este jueves en su etapa final, cuando desde las 10 las partes avanzarán con los alegatos.