Eliana Krawczyk y Jorge Isabelino Ortíz eran los dos tripulantes misioneros que navegaban en el ARA San Juan.
Krawczyk, oriunda de Oberá, era la jefa de operaciones del submarino y la única mujer entre los 44 tripulantes. Estudiaba Ingeniería Industrial cuando, tras leer un artículo en una revista especializada, vio nacer su verdadera vocación e ingresó en la Escuela Naval Militar, integrando la promoción 137.
Pero no se contentó con egresar en 2008, sino que decidió especializarse en armas submarinas y hacer el curso en la Escuela de Submarinos y Buceo de la Armada. Finalmente, en 2012 tuvo su destino inicial en el ARA Salta -en el que estuvo cuatro años-, convirtiéndose en la primera mujer submarinista en Sudamérica.
Hace dos años, la teniente de navío había sido destinada al ARA San Juan. “Soy la única mujer a bordo y me siento bien, contenta y feliz”, comentó en aquel momento. “Duermo con dos compañeros en el mismo camarote, hago mi guardia matutina y soy la responsable de lanzar torpedos durante los ejercicios militares”, explicó.
Por su parte, Ortíz era cabo principal y estaba en la fuerza desde 2001. Ingresó trabajando en barcos y naves, después hizo el curso de submarinista. Era maquinista, arreglaba el submarino y hacía el mantenimiento eléctrico. El joven residía desde hace una década en Chapadmalal, junto a su esposa y su pequeño hijo de 2 años.
La herida sigue abierta
“Fueron 367 días con una espina clavada. Ellos estaban haciendo patria y a nosotros nos mintieron todo el tiempo. Desde un principio sabían lo que había ocurrido. Que no mientan más para que no siga sufriendo gente. El viernes ya estábamos sabiendo que había un 70% de que fuera el submarino. Ese 16 de noviembre se me clavó una espina y lamentablemente no me equivoqué”, afirmó a PRIMERA EDICIÓN Enrique Krawczyk, tío de Eliana.
En tanto Roberto Krawczyk, hermano de la teniente, declaró : “Es muy difícil, todos los días la misma emoción, el mismo pensamiento. Nuestra familia prácticamente se destruyó. Estamos tratando de sostenernos con mucho coraje, mi papá está muy enfermo y mi hermano también. De un día para el otro todo fue diferente. Esperamos que se aclare lo que pasó, por el bien de todos, que paguen los responsables”.
“Recuerdo a Eliana con sus rulos color del sol -agregó-, era la más chiquita de los seis. Con una fuerza de voluntad fue a buscar un sueño, consiguió ese sueño y terminó como nadie quería. Era el orgullo de la familia”, rememoró Roberto.
“Se fue con un bolsito a Mar del Plata y logró entrar a la escuela de submarinos por fuerza y dedicación. Muchos de sus profesores me dijeron que se destacaba entre los varones por capacidad e inteligencia. Llegó a donde llegó sin que nadie le regale nada. Yo le decía que no era trabajo para una mujer y ella me decía ‘dejame, a mí me gusta’ y yo, como la amé tanto y la sigo amando, nunca me metí en sus decisiones, sólo le apoyé ”, agregó.
Más sensaciones
Griselda Alvarenga, esposa de Ortíz, eligió mostrar su dolor en las redes sociales. “¿Cuánto dolor puede soportar una persona? Me siento destrozada. Te pido amor que me des un poco de esa fortaleza que siempre tuviste. Te amo tanto, te extraño tanto”, escribió.