Estos trabajos se efectúan según un cronograma basado en los resultados del último Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes aegypti (LIRAa), monitoreo que permite identificar tipos de recipientes por barrio y focalizar acciones para poder intervenir de manera eficaz.
Para llevar adelante las tareas, personal municipal realizó un aviso previo el día anterior para que los vecinos saquen al frente de sus casas electrodomésticos en desuso, tachos, cubiertas o cualquier elemento voluminoso para que sean levantados y trasladados por camiones del municipio.
Paralelamente, se concretaron controles focales en las hogares para evaluar la presencia de larvas, se hizo un rociado espacial para bajar la población de mosquitos adultos y se entregaron rodenticidas.
Hasta el momento, este tipo de labores ya se ejecutaron en los Centros de Integración Territorial (CIT) Chacra 32 33, las Dolores Norte y Sur y continuarán por otros puntos de la ciudad.
Por su parte, la jefa del Departamento de Estadísticas del Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores, Karen López, explicó que “por día se juntan de 6 a 10 cargas, lo que implica alrededor de 30 toneladas diarias de diversos cacharros. Esto nos permite prevenir y anticiparnos antes de que el mosquito haga su ciclo. Aconsejamos mirar dentro de las viviendas todos los recipientes que pasan desapercibidos como los floreros o las bandejitas que ponen debajo de heladeras, también es importante que después de cada lluvia alguna persona de la casa haga un recorrido por el patio para tirar los recipientes que no sirven, darlos vuelta o ponerlos bajo techo para que no tengan contacto con el agua”.
Destacan el funcionamiento de las ovitrampas
Desde hace más de un año el gobierno de Posadas comenzó a implementar el monitoreo del mosquito Aedes aegypti, vector transmisor de dengue, zika y chikungunya, mediante 400 sensores de oviposición (ovitrampas) colocados tanto en el interior como en el exterior de distintos domicilios de los diez Centros de Integración Territoriales de la ciudad.
Estos sensores simulan ser criaderos y son reemplazados semanalmente por agentes del municipio. La existencia de huevos en este dispositivo, compuesto por un vaso de color negro con agua y papel kraft, permite establecer cuál es el estado de riesgo aédico en cada zona. En el caso de ser positivos, se despliegan operativos de eliminación de criaderos, control focal, descacharrado y concientización para contrarrestar el avance del insecto.
Desde el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores afirman que la incorporación de esta metodología posibilita tener semanalmente información rápida y sistematizada sobre el comportamiento del mosquito, además de colaborar con la concientización para que los vecinos comprendan la importancia de evitar la acumulación de recipientes expuestos a la lluvia.
Antonia Romero, vecina del Barrio Yacyretá, explicó que “la verdad es muy bueno este trabajo porque podemos saber cuál es el mosquito que anda circulando por acá. Una vez por semana vienen los técnicos de la Municipalidad a controlar la presencia de los huevos, sobre todo si son los que transmiten dengue. Siempre que hacen fumigación, limpieza o cualquier otro tipo de actividad me sumo porque es algo que nos beneficia a todos los vecinos”.