La principal hipótesis y la que barajaron los investigadores desde el principio es que el autor del crimen de la misionera María Ester Chesuino (50) cruzó la frontera y escapó hacia Bolivia.
Sin embargo y pese a la colaboración entre fuerzas policiales de Salta y del vecino país, hasta ayer no había novedades o pistas firmes del paradero del asesino.
Tal como informó PRIMERA EDICIÓN, la mujer fue hallada muerta de cinco puñaladas en la ciudad salteña de Nueva Orán, el pasado miércoles al filo de la medianoche. Los pesquisas hallaron a Chesuino sobre una cama, en la humilde vivienda donde residía sola, en el barrio Patrón Costas, a 270 kilómetros de la capital salteña.
La Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, a cargo de Claudia Carreras, informó que la infortunada víctima alquilaba una habitación en esa casa y no tenía ningún vínculo personal con su locador, señalado como el principal sospechoso del crimen.
Según la autopsia, la mujer presentaba cinco heridas de arma blanca en distintas partes del cuerpo, de las cuales una le perforó el músculo cardíaco y le provocó la muerte.
Desde la mencionada Fiscalía y con la colaboración de distintas áreas de la Policía de Salta, se trabajaba intensamente para dar con Cirilo Roberto Córdoba (38), el sospechoso del femicidio y que todavía sigue prófugo.
La llamada
Tal como se adelantó, el domingo 21 de octubre por la noche, la hermana de Cirilo Roberto Córdoba recibió un llamado del ahora principal sospechoso: “Me mandé una macana”, dijo y cortó, según consta en la denuncia que hizo la mujer en la comisaría 104 de Salta capital y luego de reflexionar sobre ese llamado por un tiempo.
Luego de que la hermana de Córdoba, Adriana, hiciese la denuncia, se solicitó un control a la dirección que ella indicó: Pasaje San Lorenzo 130, barrio Patrón Costas de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. Allí, la policía verificó que el domicilio estaba cerrado y sintieron fuertes olores. Los vecinos manifestaron a las autoridades locales que desde el día domingo que no veían a la persona que residía sola allí, una mujer de 50 años.
A las 23.30 del miércoles pasado y desde la ventana, la Policía observó el cuerpo de un mujer que yacía sin vida con un corte de arma blanca en el pecho. La mujer fue identificada y tras establecer que era de Misiones se supo que trabajaba en la zona como lavandera. La apodaban “la paraguaya” por su acento.
La mujer no presentaba signos de violencia sexual ni defensa, según la citada autopsia. Estaba vestida. El cuerpo se encontraba en alto estado de descomposición debido a las altas temperaturas y lluvias que se registraron en Orán por esos días.
Por otra parte, los pesquisas insisten en que el supuesto asesino habría cruzado la frontera.
El barrio Patrón Costas es una zona popular con calles pavimentadas y de tierra. Mucha gente que vive allí trabaja en la zona de la frontera.
Por el momento los investigadores no descartan ninguna hipótesis, sin embargo no se descartaba que el asesino intentó sorprender a la víctima con evidentes intenciones de atacarla sexualmente.