“Tenemos que hablar”, esa frase es una de las peores que una persona enamorada puede escuchar de su pareja, presagio del fin de la relación. Sin embargo, en la era de las redes sociales, existe un método de ruptura más cruel: “desaparecer”.
Pongámonos en situación: llamás y ya no atiende el celular. Tampoco te responde los mensajes de WhatsApp, te bloqueó de sus redes sociales. Se esfumó.
Si ya lo viviste entonces fuiste víctima de lo que actualmente se conoce como: “ghosting” o “hacerse el fantasma”.
Es cierto que terminar una relación de la noche a la mañana, cortando todo tipo de comunicación, no es nuevo. Cuando no había celulares ni computadoras, muchos terminaban la relación desapareciendo como por arte de magia. Pero hoy es más habitual, en las redes sociales la gente se acostumbró a eliminar, bloquear y dejar de seguir a otros.
El término que la actriz Charlize Theron puso de moda define a aquel que se desvanece como un fantasma de la vida de su ex, borrándolo de todas sus redes sociales sin dar explicación.
El fenómeno se popularizó en 2015 cuando el diario The New York Times contó que Theron acabó su relación con Sean Penn por esta vía. En 2016 la palabra se generalizó.
Los expertos señalan que estas actitudes son típicas de la era digital y traen consecuencias para quien lo padece como para quien lo practica. Porque el primero verá su autoestima lastimada y tiene que atravesar el período de la ruptura de una relación, sin tener todas las respuestas sobre los motivos.
El segundo tendrá que hacer frente a los remordimientos por dejar a alguien de esta manera.
De acuerdo a una publicación de BBC Mundo, en algunos casos los que practican el ghosting tienen miedo al conflicto y por ello evitan todo tipo de enfrentamientos. Esto incluye el tener que decirle a alguien a la cara que quiere finalizar la relación.
Sherry Turkler, profesora de sociología de Instituto Tecnológico de Massachusetts y autora del libro Reclaiming Conversation, explica que “ese silencio no podría darse presencialmente, pero ahora no decir nada es común en las plataformas digitales”.
“Con las nuevas tecnologías nos hemos acostumbrado a deshacernos de la gente simplemente no respondiendo. Y eso empieza con los adolescentes, que crecen con la idea de que es posible que le envíen a alguien un mensaje de texto y que no reciban nada por respuesta”.
Para Turkle “eso tiene serias consecuencias porque cuando nos tratan como si pudiéramos ser ignorados, empezamos a pensar que eso está bien y nos tratamos a nosotros mismos como personas sin sentimientos. Y al mismo tiempo tratamos a los demás como personas que no tienen sentimientos en este contexto, por lo que empieza a desaparecer la empatía”.
Algunos culpan a las aplicaciones para encontrar pareja. Pero para otros, el ghosting no es un asunto de la tecnología, los medios digitales simplemente proveen la herramienta para hacerlo.
Es que en la era digital la mayoría trasladó las relaciones interpersonales al plano virtual y se ha perdido en gran medida la magia de conversar. Como consecuencia, aunque usted no crea en los fantasmas muchos conviven en medio de ellos.
Escrita por: Susana Breska Sisterna
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