
El joven detenido bajo sospechas de ser uno de los autores del crimen del colono Lizardo Tomás Escarvadofski (76), en abril de 2017 en San Javier, rompió ayer el silencio en la indagatoria y se desvinculó por completo del episodio, tras lo cual aseguró que abandonó la provincia por cuestiones de trabajo y no para eludir a la Justicia.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la declaración tuvo lugar ante la magistrada Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de Instrucción 5 de Alem y al frente de la investigación, quien en el mismo procedimiento lo imputó formalmente por los delitos de “homicidio en ocasión de robo y homicidio en grado de tentativa”. Sólo la primera de esas figuras contempla una condena de entre 10 y 25 años de cárcel.
Representado por el defensor oficial Mario Ramírez, “Jony” (28) hizo su descargo y aseguró que nunca estuvo en la chacra de Paraje Santa Irene, donde sucedió el hecho, ni tampoco conoce o conoció a las víctimas. Sostuvo que era remisero en San Javier y que abandonó Misiones poco tiempo después del crimen, de casualidad, en busca de una mejor vida.
Las fuentes indicaron que el sospechoso apuntó a cuestiones laborales para justificar su salida de la provincia y establecerse en Verónica, una localidad de 7 mil habitantes ubicada a 90 kilómetros de Capital Federal, cerca de la bahía de Samborombón.
Casualmente fue en esa ciudad donde efectivos de la Policía bonaerense lo detuvieron hace poco más de un mes, luego de una situación insólita: su propia mujer lo denunció por violencia de género. Cuando los uniformados ingresaron su nombre en los registros, “saltó” un alerta por al menos dos pedidos de captura provenientes de Misiones.
La primera de esas solicitudes guarda relación con una causa por “lesiones”, ya que el sospechoso aparentemente habría atacado a un funcionario municipal de San Javier hace un par de años.
El segundo pedido de captura hacía referencia a que la propia viuda de Escarvadofski lo había cruzado meses atrás en un comercio de San Javier, donde logró reconocerlo como uno de los hombres que mató a su marido e intentó hacer lo mismo con ella. Desde ese día, “Jony” no volvió a ser visto por la localidad, por lo que los investigadores creen que allí resolvió marcharse hacia Buenos Aires.
Por lo pronto, lo cierto es que el joven sospechoso quedó seriamente comprometido el último lunes, cuando fue sometido a una rueda de reconocimiento donde la viuda volvió a señalarlo, esta vez ante la Justicia. Los detectives creen que su situación es más que comprometida.
“Jony” está acusado de ser uno de los dos hombres que alrededor de las 18.20 del martes 4 de abril de 2017 sorprendió a Escarvadofski y su mujer, de 64 años, en la chacra de la pareja, en el Paraje Santa Irene de San Javier.
Armada, la dupla ultimó a tiros al dueño de casa y disparó también contra la viuda, quien sufrió una herida en el estómago pero logró recuperarse milagrosamente. Los ladrones escaparon con el Chevrolet Corsa blanco de la familia, que apareció al otro día en las inmediaciones.