Compromiso es una palabra que hace alusión a la palabra dicha, dada, es decir algo con promesa, de cumplir o hacer algo establecido.
El compromiso que se adquiere influye profundamente a nivel personal, laboral, familiar, de pareja y esto es porque enlaza las relaciones en un marco de confianza y respaldo o no.
Conocer los diferentes grados a los que estamos comprometidos es importante saber para ser asertivos en cuanto a nuestras declaraciones para con los demás y con nosotros mismos.
En coaching manejamos cinco niveles de compromiso.
El primer nivel es el más fluctuante en donde ante un hecho espero que suceda pero no me involucro ni tomo acción. En el segundo nivel pienso que es una buena idea, pregunto de qué se trata pero sigo sin involucrarme.
Un paso más en el compromiso sucede cuando ya hay diálogo, me intereso y quiero que suceda. En el cuarto nivel me comprometo a menos que suceda algo que me impida no cumplir con lo pactado. Y en el último nivel me encuentro comprometido y hago lo que sea necesario para que suceda.
Las personas 100% comprometidas llevan a cabo sus compromisos más allá de las circunstancias, para ellos no hay excusas que valgan frente a lo que están comprometidos que suceda. Esto es visible frente a la coherencia que hay entre el decir y hacer.
Tener en claro en qué nivel de compromiso estamos o esta una persona con la que trabajamos por ejemplo nos ayuda a evitar malos entendidos, y saber hasta dónde llegar y hasta dónde no, para luego tomar nuevas acciones o buscar nuevas posibilidades.
En las relaciones es frecuente esperar del otro el mismo nivel de compromiso que tiene uno frente a una circunstancia en particular, pero indagar a que está comprometido la otra parte nos da seguridad desde la asertividad de la circunstancia actual para luego saber cómo continuar.
La posición en cualquier nivel de compromiso es un acto voluntario, puesto que cada quien se compromete a hacer que suceda solo cuando se siente cien por ciento involucrado.
Observemos actitudes personales y de nuestro alrededor para reconocer niveles de compromiso. No siempre la palabra dicha está puesta.
Saber que donde están las acciones están los compromisos no dichos es una buena información a tener en cuenta.
Colabora
Natalia de las Nieves
Coach y Terapeuta Motivacional
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