Guerrilleros llegaron el 7 de septiembre a “la casa de la niña”, en el corregimiento de Orpua, en el selvático departamento del Chocó, y “se la llevaron”, dijo Modesto Serna, asesor de paz de la gobernación departamental, a Blu Radio.
“Para nosotros es de suma importancia que la menor regrese lo más pronto posible a su casa, con su familia”, agregó el funcionario.
El comandante Uriel, del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez del ELN que opera en la región, dijo en un mensaje enviado a periodistas que la menor fue raptada por ser “informante de las fuerzas armadas” y anunció que será liberada la próxima semana, tras unos “procedimientos rutinarios”.
Al respecto, el presidente colombiano, Iván Duque, dijo este sábado, durante un evento al oeste del país: “Secuestrar a una niña de quince años, después de haber liberado a unos secuestrados y decir que esa niña es una informante (…) es una infamia con la niñez colombiana”.
El rapto de la menor ocurrió el día en que vencía el plazo que se había dado el flamante mandatario para evaluar las negociaciones desarrolladas por el anterior gobierno del Nobel de Paz Juan Manuel Santos con el grupo guevarista en Cuba.
Un día antes del secuestro, la guerrilla liberó a tres militares que retenía desde el ocho de agosto y el 12 del mismo mes, liberó a seis personas más.
Duque, quien asumió el poder el 7 de agosto con la promesa de endurecer las condiciones de las pláticas con los rebeldes, asegura que reanudará las negociaciones cuando los insurgentes liberen a todos los secuestrados en su poder y cesen “todas las actividades criminales”.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) rechaza los requerimientos del mandatario, a quien acusa de acabar el proceso por imponer “condiciones inaceptables” para retomar las conversaciones que, según lo pactado con Santos, se desarrollarían en medio de los enfrentamientos en Colombia.
Fuente: Noticias Argentinas.