Aunque todavía los hombres no pueden acompañar a las mujeres en la internación después del parto en el Hospital Materno Neonatal, este nosocomio avanzó sustancialmente en el cumplimiento de la Ley del Parto Respetado y sus autoridades se ilusionan con poder funcionar a pleno antes de fin de año en el nuevo edificio.
Uno de los cambios que traerá la mudanza será la internación de las mamás que, en vez de los actuales pabellones con un promedio de siete u ocho camas, ocuparán habitaciones dobles y triples lo que facilitará la presencia masculina sin poner incómodas a las otras pacientes.
En diálogo con PRIMERA EDICION, el director del nosocomio, Hugo Ocampo, admitió la actual situación particular del Materno Neonatal pero aseguró que “el espíritu de la ley se cumple, aunque no con nuestro deseo de brindar mayor confort, que también tiene que ver con el buen trato para que el paciente se sienta bien atendido y contenido. No obstante, hemos cambiado la esencia de nuestra modalidad de atención aunque creo que aún estamos en una etapa de transición pues cuesta mucho pasar de un modelo de atención como el que aprendimos de nuestros maestros, donde la mamá y su familia no eran protagonistas del proceso, y todas las decisiones y circunstancias en torno al nacimiento eran pura y exclusivamente responsabilidad del médico. Hoy estamos ante otro modelo, donde sin perder la base de lo científico y el avance tecnológico, se busca humanizar el proceso. Creo que en este marco, nuestro hospital mejoró mucho”.
Obra civil está terminada
Según precisó Ocampo, “la obra civil del nuevo hospital ya está terminada y lo que está en proceso es la incorporación de los equipos de alta tecnología para su puesta en marcha. Sabemos de los vaivenes de la economía y el hecho que estos equipamientos son todos importados. Tanto su compra como su ingreso al país llevan bastante tiempo, y luego está su puesta en funcionamiento pues se requiere para ello ingenieros y personal técnico específico”, explicó.
No obstante, hay muchos equipos que ya están en funcionamiento en el viejo edificio que seguirán activos en las nuevas instalaciones, “en los últimos años incorporamos mucha tecnología, entre ellas incubadoras de última generación”, indicó Ocampo al tiempo que agregó que “en otras cosas deberemos empezar de cero, como la unidad de terapia Neonatal y quirófanos, cuyo equipamiento se está esperando: incubadoras, respiradores y monitores multiparamétricos”.
“El nuevo hospital nos quedará chico”
El hospital Materno Neonatal registra un aumento sostenido en su demanda y, al menos en esta primera etapa próxima a inaugurarse, no implicará un aumento significativo en la cantidad de camas obstétricas como tampoco de los lugares de terapia intensiva neonatal. Por ello, ya antes de inaugurarse, se puede decir que “el nuevo hospital nos quedará chico”, admitió su director.
No obstante, Ocampo recordó que estamos ante la primera etapa de la obra y cuando ésta sea finalizada, las camas de obstetricia se triplicarán. “Para la estructura planificada, aún falta un ala para obstetricia que permitirá triplicar la cantidad de camas y pasaremos a tener 300 camas. Ahora, en esta primera etapa, el Materno pasará de 90 a 105 camas de obstetricia”, precisó.
El hospital tiene que adaptarse a la demanda y esta es cada vez mayor por diferentes motivos, “uno de ellos es que se sumó la atención de un sector social que antes consumía la salud privada y ahora se vuelca al sistema de salud pública”, indicó el médico.
Por ello, según explicó el especialista “partimos de una base de camas de terapia, hoy tenemos 12 unidades críticas de internación y después tenemos un sector de terapia intermedia con seis camas que casi constantemente lo transformamos en una terapia intensiva para responder los picos de demanda. Pero estos lugares fijos, muchas veces, gracias al esfuerzo de los neonatólogos y enfermeros, se amplían para poder recibir a los bebés que lo requieran. En el nuevo hospital, no se agrandará la terapia en un gran porcentaje pero el edificio ofrece una mayor confortabilidad. Lo mismo sucederá en obstetricia donde subiremos solo un 15% en cantidad de camas que no es poco pero sí para la gran demanda que tenemos”.
La cantidad de camas en internación neonatal tampoco aumentará mucho en el nuevo edificio, pasará de los 50 camas actuales a unas 60, “pero se dará un gran salto en la complejidad de la terapia intensiva que tendrá el doble de capacidad actual y tanto la terapia intermedia como los otros sectores estarán preparados para transformarse en intensiva de acuerdo a las necesidades”.
Vale recordar que la internación neonatal también tiene un sector de aislamiento para aquellos que cursan una enfermedad infecciosa y un sector de nutrición o engorde previo al alta médica.
“Una limitante importante es el recurso humano, de ahí la importancia del esfuerzo que muchas veces se hace para agregar una cama a un sector crítico. Es muy difícil conseguir este recurso humano porque la neonatología no es una especialidad (al igual que la pediatría, ginecología y clínica médica) que sea de primera elección de los médicos recién recibidos. Contar con una estructura edilicia grande es importante pero no alcanza si no tenemos el recurso profesional necesario”, analizó.