Con buena participación de público se realizó este fin de semana el segundo taller de observación de aves en San Vicente, que estuvo a cargo del naturista Ernesto Krauczuk, guardaparque del Ministerio de Ecología provincial.
Los lugares escogidos para realizar la actividad fueron el Jardín Botánico Yvy Porá y la reserva privada Panambí, donde, a pesar de que el clima no fue el más acorde para los avistajes, los observadores lograron divisar más de ochenta especies.
Organizada por la Dirección de Turismo local y la cartera ambiental de Misiones, en esta edición del taller participaron más personas que el año pasado, cuando incluso la actividad debió suspenderse por mal tiempo. Este año, a pesar de la lluvia y del día nublado que se presentó el sábado, los organizadores decidieron llevar adelante la actividad para no perder la asistencia.
En la primera parte del taller, el viernes, Ernesto Krauczuk dio una charla sobre “Alimentación y dispersión de semillas” y “Expansión y retracción”, con la finalidad de que la gente entienda la importancia de las especies arbóreas nativas, que dan frutos de los que se alimentan las aves, y la forma en que se dispersan las semillas en el monte.
“La idea es contar un poco la relación entre los árboles nativos y las aves. En nuestra selva misionera hay infinidad de especies de árboles que ofrecen los alimentos a las aves por medio de sus frutos y sus semillas. Hay aves voladoras que consumen las frutas en las copas de los árboles y otros que consumen en el suelo. Cada una de ellas dispersa las semillas en el resto del monte. Por eso se da la diversidad de especies arbóreas y lo importante que son las aves”, explicó el profesional.
El sábado por la mañana, el guía y los avistadores recorrieron las cinco hectáreas del Parque Municipal (o Jardín Botánico) Yvy Porá, donde apreciaron muchas especies de aves autóctonas de la selva misionera y otras exóticas que adoptaron el lugar como su hábitat.
El clima no acompaño a la actividad y el parque estuvo cubierto por una espesa neblina que apenas dejaba ver las copas de los árboles, lugares preferidos por los pájaros para alimentarse.
Por la tarde, los observadores se trasladaron hasta la reserva privada Panambí, sobre la Picada Zulma, para hacer la segunda parte del avistaje.
Al respecto, Krauczuk remarcó que “los días claros y soleados son los óptimos para observar aves, los días con mucha neblina como hoy no dejan ver bien a los pájaros por lo que la labor se hace más difícil. Para observar aves hay que tener en cuenta la visión y la audición. Uno escucha el canto del ave y luego busca con la vista y lo localiza. Esta última se hace más difícil en un día como hoy”, por el sábado.
A pesar de todos estos factores en contra, se logró avistar a unas 80 especies durante la jornada.
Claves de un observador
El guardaparques explicó que para ser observador de aves hay que “tener paciencia sobre todo y ganas de aprender. Lo primero que una persona que quiere dedicarse a la observación de aves debe hacer es sentarse en el patio de su casa y ver qué aves vienen a visitarlo e investigar sobre ellas. Luego conseguir una guía de aves de la Argentina, que ahora también están disponibles en sitios web y están muy bien detallados”.
“La observación se hace con unos prismáticos, la guía en la mano y un anotador, en el que el aficionado debe anotar todo lo que ve y escucha. Ahora los prismáticos pueden ser reemplazados por cámaras fotográficas, que son muy buenas y tienen buen zoom. Aparte, puede registrar en imágenes lo que ve”, aconsejó.
Diversidad e interés
Misiones tiene unas 600 especies de aves, de las 1.100 que hay en la Argentina. En la provincia hay tres grupos o clubes de observadores de aves: uno en Posadas, el otro en San Pedro y uno repartido entre Eldorado y Puerto Iguazú.
Es una actividad que está generando mucho interés a muchas personas a las que interesa el medio ambiente y quieren hacer actividades en contacto con la naturaleza.