Él era el “abuelo del corazón” de un niño de 9 años. Su víctima quedaba al cuidado de él y su esposa, mientras los padres iban a trabajar. Confesó el abuso y recibió diez años de condena.
El hombre que actualmente tiene 69 años vivía en una casa del Iprodha de Villa Cabello. Compartía la vivienda con su concubina, su nuera, su hijo y sus nietos. La madre salía de la casa porque iba a trabajar a un comercio cercano y el padre salía a hacer “changas”. Pasado el tiempo pudieron mudarse.
Cuando simplemente iban de visita a la casa del abuelo, la mujer empezó a notar que su hijo se comportaba de forma extraña cuando estaba cerca de él. Sabía que anteriormente el hombre ya había tenido conductas sexuales impropias con otro menor de la familia y por ello decidió indagar para saber qué pasaba. Le preguntó directamente a su hijo si cuando estaba con el abuelo le pegaba o tocaba en sus partes íntimas. El niño le contestó textualmente: “No, nunca”. Sin embargo, a decir de la progenitora en realidad le estaba ocultando la realidad, porque su hermano menor lo desmintió en el acto.
“Sí sí, ¿te acordás que la otra vez el abuelo me sacó fuera de la casa para que me vaya a jugar, y él te bajó los pantalones? Mami, yo pensé que le iba dar algo a él y no a mí, por eso los espié por un agujerito de la puerta. Ahí vi que los dos estaban sin pantalón y el abuelo le hacía cosas”, lanzó.
Horrorizada, la madre empezó a enterarse de lo que sucedía. Supo, según relató en sede judicial, que cuando sometía sexualmente al mayor, le tapaba la boca con cinta de empaque o con una almohada para que no gritara y así no escuchara su hermano. La víctima le dijo además a su mamá que muchas veces le mandaba a comprar cosas a su hermano menor y en ese momento abusaba de él.
En ese sentido, también, cuando estaban todos en la casa, el abuelo le pedía que le avisara cuando el más pequeño se dormía. Por eso, el niño intentaba que su hermano estuviera despierto todo el tiempo, para evitar “que lo llamara”. También lo mandaba a limpiar el baño y ahí aprovechaba para someterlo. Hasta que el chico se cansó. Cuando intentó volver a hacerlo, empujó a su abuelo y salió corriendo.
A todo esto, el acusado tenía amenazado al menor, le decía que si contaba algo “le iba pegar delante de quien sea”, por lo que en su inocencia, nunca dijo a nadie lo que le hacía.
Aquel 21 de marzo de 2012, mientras la mamá vestía a su hijo para ir a hacer la denuncia, le relató a su marido los hechos. Al darse cuenta que no tenían para el pasaje fueron hasta la casa del hermano para que los llevara. Al enterarse este último, dijo que era urgente que lo denunciaran, porque de lo contrario iba pasar como con el otro nieto, que por dejar pasar el tiempo quedó en la nada.
Tras presentarse en la Comisaría de la Mujer, tomó intervención la Justicia y el hombre fue detenido. Cuando se lo interrogó por el hecho que se le imputaba, negó todas las acusaciones. Desvió la atención sobre su hijo, quien según él, estaba perdido por las drogas, que los chicos estaban descuidados, abandonados por la pareja y cada vez que llegaban a su casa estaban con hambre. Dijo además que no era cierto que se quedaba solo con ellos, porque estaba su concubina y una empleada que cuidaba al padre de su mujer, quien era muy anciano. Finalmente apuntó contra su nuera, a quien acusó de la denuncia por querer poner a su hijo en su contra de él.
Seis años después, con las pruebas y testimonios reunidos en su contra, confesó ser el autor de los hechos que se le imputaban. A través de su abogado defensor y la fiscalía solicitó un juicio abreviado que quedó a consideración del Tribunal Penal 2 de Posadas.
En los últimos días, el presidente del cuerpo, el doctor Augusto Gregorio Busse y los jueces subrogantes, Eduardo D’ Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo resolvieron homologar la pena de 10 años de prisión por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, calificado por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con un menor de 18 años, tres hechos en concurso real y corrupción de menores calificada todo en concurso real”. El hombre, que se encontraba detenido desde 2012, deberá aguardar a que se cumplan las dos terceras partes de la condena para solicitar salidas transitorias.