Las declaraciones cruzadas entre los tres imputados marcaron ayer el inicio del debate oral por el robo y violación de una abuela obereña de 67 años, en 2016. Uno de los acusados confesó el hecho y vinculó a los otros dos, quienes contrariamente a aquello se dijeron inocentes e intentaron despegarse del episodio.
Jonathan Taborda (27), Jacobo Bareiro (33) y Rosalino De Melo (50) finalmente ocuparon el banquillo de los acusados ante el Tribunal Penal 1 de Oberá. Están imputados por “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante, doblemente agravado por la participación de dos o más personas y con armas; y robo calificado en concurso real”, delito por el que podrían purgar más de 20 años de prisión.
Ante los magistrados Francisco Aguirre, José Rivero y Lilia Avendaño, el primero en hablar fue Taborda, defendido por la doctora María Cima de Krieger, quien rompió el silencio y confesó el robo a la abuela, aunque dijo que ni él ni nadie abusó de la víctima.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el más joven de los involucrados incluso apuntó contra los otros dos acusados, a quienes endilgó también el hecho. No obstante, pese a que negó los abusos, es él quien figuraría como el más comprometido, ya que del expediente surge que en sus prendas de vestir se encontraron restos de semen y de sangre humana. Dijo también que, detenido, fue víctima de violencia institucional.
Ante el micrófono, Bareiro no tardó en desligarse de esa acusación. Defendido por el letrado particular Roberto Bondar, aseguró que ni siquiera estuvo en el lugar del hecho y que puede dar prueba de aquello mediante testigos y cámaras de seguridad.
Bareiro insistió en que estuvo en otro lado aquella noche y, ante la acusación por abuso, pidió la realización de una pericia genética para demostrar su inocencia. Agregó, además, que nunca trabajó en el aserradero de la familia de la víctima, tal como lo apuntó uno de los allegados a la abuela.
De Melo, defendido por Graciela Abdolatif, también rompió el silencio, aunque de manera escueta. “No es cierto”, fue lo único que dijo ante el relato de los hechos. El hombre fue el primer detenido del caso y cayó con un horno eléctrico y otros elementos que resultaron ser de la abuela.
Con respecto a los seis testigos previstos, dos declararon ayer. Uno de ellos aseguró haber visto aquella noche a De Melo cuando escapaba de la escena. Luego habló una mujer, familiar de la abuela y quien tradujo a la víctima -quien sólo habla alemán- a la hora de declarar en la Justicia, quien no aportó mayores detalles.
Tras la declaración de los testigos, el tribunal resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta las 8.30 de hoy. Un hecho no menor es que, por pedido de la fiscal Estela Salguero de Alarcón, los jueces resolvieron prescindir de la declaración de la abuela en las audiencias.
El episodio que se investiga tuvo lugar durante los últimos minutos del jueves 6 de octubre de 2016. La víctima dormía sola en su casa del Kilómetro 9 de Oberá cuando fue abordada por tres delincuentes que la golpearon y maniataron. Los ladrones se alzaron apenas con un horno y una linterna. Antes de escapar, uno de ellos la violó.
Pedido de nulidad
Bondar y Abdolatif presentaron ayer un pedido de nulidad al entender que la víctima debió declarar en la investigación asistida por un traductor matriculado y no por un familiar que actúe como tal. La solicitud fue rechazada por los magistrados.