Eres todo aquello que me hace falta: tu sonrisa es luz que ilumina una tarde gris, sombra errante que busca mi abrigo, me vuelvo un fuerte abrazo y unas simplemente ganas de estar contigo.
Eres el rocío que moja mis mañanas, una mirada fiel y los pensamientos más puros que se vuelven realidad. Sos la felicidad que entra por esa puerta, que a partir de ahora jamás volverá a estar cerrada.
Alrededor de tu cuerpo me vuelvo un abrojo que se aferra a esta ilusión sin pensar en un mañana. Tu ausencia me transforma en una lágrima salada que se hunde en el mar cuando me haces falta.
Eres más que el sol que por los caminos me acompaña, el viento que sale a mi encuentro y me envuelves en un perfecto paisaje donde no existen las distancias
Eres camino que me lleva a aquel atardecer cuando tu boca me sorprende con un beso que no esperaba. Te cruzaste en mi senda justo cuando viajaba sin alma, te encontré por la huella de un sendero que nunca volví a recorrer porque tengo todo lo que buscaba.
Ahora mientras camino pienso que solamente tus bellos ojos conquistaron a este ciego corazón que andaba deambulando por los cielos en busca de un bello sentimiento que no busca explicación y fue allí cuando te encontré, y sin pedirte me ofreciste eso que tomé sin dudar, porque un amor perfecto puede ser fugaz y la vida muchas veces no regala otra oportunidad.
Eres esa alma inquieta que me llena de vida, anhelos y esperanzas porque si el dolor un día me vio partir, tu amor me hizo volver para desafiar aquellas nostalgias.
Me brindas una esperanza que borra todo lo que he perdido y me llamas a construir de nuevo, todo aquello que sea amor y dedicación.
Eres más de lo que merece este hombre que sólo se conforma con tomar tus manos y escuchar una vieja canción.
Eres la blanca hoja donde empiezo a escribir aquello que nunca he sentido como ese dulce vino que derramé sobre la mesa al pensar que nunca más volvería amar.
Eres soñar despierto cuando acostado sobre tu pecho no deseo despertar. Eres un dulce aroma de pan que se encuentra por el aire y me hace dudar entre la ilusión y lo real.
Al final puedo sentir en tu piel la verdad desnuda que se entrega sin esperar nada a cambio, simplemente un sincero pensamiento y los más profundos sentimientos que te puedo regalar.
Nos volvimos dos personas que en una noche a solas luchan por encontrar esa caricia callada que nos lleve a ese lugar, donde sobran las palabras y se encienden con tu mirada en un nuevo despertar.
Eres el motivo que me obliga a acercarme nuevamente a la vida, mirar de frente y olvidar esas heridas que me obligaron a ocultarme, y así entregarme a esos deseos, caprichos y sueños que van encadenados a este nuevo destino.
Eres el renacer que siempre me hizo falta y volar como golondrina sin invierno para volver a encontrarte en mi nido, en aquel árbol más alto rodeado de flores y nubes blancas de eterna primavera, donde en aquel jardín florido veremos a este amor crecer.
Eres una refrescante sombra que hará descansar todo pesar y allí se quedará dormido para siempre porque sos la sonrisa en una suave brisa que me despierta tu mirar.
Eres esos surcos que trazo con mis dedos en tu pelo para sembrar un mañana de esperanzas, sin miedos o dudas de lo que vendrá.
Eres como las huellas en la arena que cargan todas mis penas, la envidia de la luna que nos mira pasar, yendo en busca de aquello que andamos buscando para olvidar.
Eres un sueño que se hizo realidad en una simple poesía, que surgió espontáneamente entre lo que siento y tu mirar.
Por
Raúl Saucedo
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