Primero con el electorado, ya que en campaña hizo una infinidad de promesas que nunca respetó. Luego para con la Constitución y las leyes, porque a través de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) legisla sobre temas que le están expresamente prohibidos y con un Congreso cómplice que tolera esas violaciones (designación de miembros de la Corte, modificación de la ley de blanqueo de capitales para beneficiar a sus familiares o compromiso con el Fondo Monetario, como ejemplos); y ahora, tras forzar a las provincias y municipios a suscribir un Pacto Fiscal en el que deben resignar recursos, violando ese acuerdo elimina el Fondo Solidario Federal de la Soja que había servido como justificación para la suscripción de ese convenio.
Peor aún, a esos compromisos ignorados los reemplaza por nuevas promesas –que, a la luz de los antecedentes, seguramente incumplirá– cuando la medida es resistida por quienes sufrirán sus consecuencias.
Hasta un punto en el que vale recordar como muestra lo que ocurrió con los subsidios a las personas con discapacidad que en un importante número dio de baja y luego, ante la queja, prometió revisarlas individualmente para restituir aquellas que fueran justas. Por supuesto, las devoluciones fueron la excepción, a lo que ahora suman la posibilidad de cancelar totalmente, junto a otros beneficios sociales justo como las jubilaciones obtenidas a través de la moratoria previsional. Parecen ignorar que en la mayoría de estos casos, no fueron los trabajadores que se acogieron al beneficio los incumplidores sino las empresas que, pese a descontarlas, nunca depositaron los aportes o se perdieron en la caja negra de la burocracia del Estado en décadas pasadas.
Pero claro de ese permanente desdecirse y a la crisis económica a que han llevado a la Argentina en más de 30 meses de gestión –donde los únicos que se benefician son amigos y poderosos–, responsabilizan a la “pesada herencia” o se escandalizan por la “astilla en ojo ajeno” y no “por la viga en el propio”, si hablamos de corrupción. Más aún, innegable en la anterior administración sirve para el escándalo de lo verosímil y seguir ofreciendo “circo” para que desviemos nuestra atención.
Alejandrino Rojas Schmid
Posadas (Misiones)