Tres jóvenes y un menor de edad fueron condenados por el Tribunal Penal 2 de Posadas, al haberse reconocido como los autores de un robo calificado que perpetraron en junio de 2015, en un comercio de Villa Lanús.
Ángel (23), Pablo (22) y William (20), todos de apellido Martínez, son primos. En aquella oportunidad estaban acompañados por un menor de 17 años al que apodaban “Chuque”. Todos vivían en el barrio y se conocían “de la calle”. Los tres parientes se dedicaban a la albañilería y el menor era estudiante.
Los cuatro estaban reunidos y para sobrellevar las horas decidieron tomar un vino en caja, pero potenciado con algunas pastillas de Rivotril. No se sabe si ya lo habían planeado, pero a decir del expediente, al menos uno de ellos era cliente habitual de un minimercado que estaba sobre la avenida Juan Perón. Terminaron de tomar el “menjunje” y se dirigieron al “Hiper Mix” del barrio. Se habían repartido los roles: el menor iba a quedarse de “campana” en la entrada por si venía algún patrullero o cliente.
Fue así que “Chuque” se quedó en la puerta y los otros tres se dirigieron hacia la caja. Allí estaba una mujer quien, apenas los vio, entendió que no eran simples clientes. Venían a robarle. Uno de ellos portaba un cuchillo de grandes dimensiones y de forma amenazante pidió la plata. Los otros dos tomaron tarjetas telefónicas y el dinero que había en el lugar.
La mujer gritó desesperadamente porque sabía que la iban a escuchar. Efectivamente, su esposo estaba en la parte de atrás del negocio cortando fiambres. Miró a través de un espacio que había entre dos heladeras y vio a los malandras que se habían abalanzado sobre su esposa. Corrió hacia el frente y alcanzó a tirar de la capucha a uno de ellos mientras sentía que los otros le daban manotazos en todo el cuerpo.
Los jóvenes huyeron del lugar en varias direcciones y al instante el matrimonio llamó a la Policía. El hombre sintió dolor por los golpes y al revisar debajo de sus ropas notó que tenía dos cortes superficiales en el tórax. Los abrigos ayudaron a que los puntazos no fueran más graves. Miró al suelo y vio un destornillador sin mango con el que lo habían agredido.
Ya con los efectivos de la comisaría investigando el hecho, revisaron las cámaras de seguridad del negocio. En las imágenes la mujer reconoció a uno de los asaltantes. Era “Willy” (William), quien habitualmente llegaba al negocio a hacer alguna compra. Además, notaron que uno llevaba un buzo del club Boca Juniors, que sirvió para una posterior identificación.
Fue convocado un testigo y este dijo que llegó a reconocer a los que aparecían en el video porque eran nada más y nada menos que su hermano Ángel y sus primos “Pali” (Pablo) y “Willy”.
Con esos datos la Policía no tardó en atrapar a los cuatro sospechosos, quienes quedaron detenidos desde el día posterior al hecho. Ya con una causa judicial sobre sus espaldas, Ángel Martínez dijo en su declaración que esa noche estaban tomado vino con pastillas pero no recordaba nada más del hecho. Desconoció a sus primos, dijo que eran sus conocidos “de la calle”. Por su parte, William y Pablo Martínez se negaron a declarar.
Al momento de encuadrar el hecho, el fiscal ante el Tribunal Penal 2, Alberto Rolando Oliva, entendió que el delito cometido se encuadraba en la figura de “robo calificado por el uso de armas, agravado por la participación de un menor”, para los tres acusados. En tanto, el menor era responsable penalmente por el hecho.
En un acuerdo con los defensores oficiales, la fiscalía solicitó un juicio abreviado para los imputados, el cual quedó a consideración del Tribunal Penal 2 de Posadas.
En el análisis, los magistrados tuvieron en cuenta la calificación de “agravante por la participación de un menor”, estipulado en el artículo 41 quáter del Código Penal Argentino, cuya finalidad es reprimir y prevenir la utilización de menores de edad, por parte de adultos en la comisión de delitos.
Finalmente, en base al pedido de abreviación del juicio, a las pruebas presentadas y el reconocimiento de los acusados en el delito, los doctores Augusto Gregorio Busse, Martín Errecaborde y Eduardo D’Orsaneo, resolvieron homologar el acuerdo y condenar a Ángel Martinez, Pablo Martínez y William Martínez a la pena de seis años y ocho meses de prisión, con accesorias legales y costas, como autores penalmente responsables del delito de “robo calificado agravado por la participación de un menor”.
También declararon la responsabilidad penal del menor (cuyo nombre no se publica por razones legales) por el delito de “robo calificado por el uso de arma”. En este caso la sentencia fue remitida al Juzgado Correccional y de Menores, para que el magistrado correspondiente proceda a efectivizar el tratamiento social.