
El pasado 15 de agosto se llevó a cabo en el municipio brasileño de Dionisio Cerqueira (Santa Catarina) la décima reunión del Comité de Integración Fronteriza entre dicha ciudad y la misionera Bernardo de Irigoyen.
Allí se aprobó por votación la creación de una nueva “Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales”.
Además, los funcionarios del Ministerio de Ecología de Misiones expusieron de manera articulada acerca de la importancia del bloque de Selva Atlántica Paranaense, representada por la Reserva Biosfera Yabotí para toda la región, la cual se encuentra seriamente amenazada por la caza furtiva entre otras cuestiones.
En ese contexto, remarcaron lo esencial de contar con la colaboración de parte de las unidades ambientales del vecino Estado para fiscalizar y controlar la actividad desde el lado del río Pepirí Guazú.
De su lado, los representantes de la Policía Militar Ambiental brasileña hicieron referencia a la posibilidad de ofrecer cursos de capacitación a las fuerzas en temas ambientales.
También fue sugerido por parte de la Policía Militar Brasileña al jefe de la Policía de Misiones Manuel Céspedes, y al comandante principal de Gendarmería Nacional Argentina destacado en Bernardo de Irigoyen la realización de operativos conjuntos integrados por fuerzas de ambos Estados, en el marco de la Comisión de Seguridad Fronteriza.
El encuentro fue presidido por el cónsul argentino en Florianópolis, Gustavo Ricardo Coppa, y el Cónsul brasileño en Puerto Iguazú, Luis Carlos Galindo.
También participaron funcionarios del Estado de Santa Catarina, prefeitos e intendentes de la zona y fuerzas de seguridad de ambos lados de la frontera.
En representación de Misiones, el subsecretario de Ecología y Desarrollo Sustentable, Alan Benítez Vortisch, dio inicio al encuentro con una breve cronología de los actos suscitados en pos de la integración a partir de la firma del Convenio Marco entre el gobernador Hugo Passalaqua y su similar catarinense, Eduardo Pinho Moreira, enfocado en la visión estratégica de ambos mandatarios en reconocer la frontera como el punto de partida y de unión de nuestros pueblos para el abordaje de múltiples temáticas que les son inherentes a la convivencia diaria en función de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.