Una niña de tres años fue ferozmente atacada por un perro labrador en esta localidad. El hecho ocurrió hace tres semanas y la pequeña debió ser intervenida quirúrgicamente por las lesiones en el rostro que casi le provocan la pérdida de un ojo.
Según pudo confirmar PRIMERA EDICIÓN, la pequeña está fuera de peligro pero quedó con numerosas secuelas: perdió sensibilidad de un lado de la cara y sufrió daños profundos en el cartílago de la nariz.
El ataque fue denunciado ante la Policía quien fue asistida por el veterinario Luis Ángel Bartel, que se acercó a la fuerza como colaborador voluntario. Según confirmó el médico veterinario a este Diario, “el perro fue controlado y se corroboró que no tiene rabia ni otra patología. Está con las vacunas al día, es un labrador joven de unos dos años de edad”, indicó.
De acuerdo a fuentes del profesional, el perro siempre está atado. Según Bartel, algunas conductas de personas pueden provocar la agresividad de los perros, “cuando se les pega, se les amaga o se pasa frente a su casa haciendo ruido en las rejas…”.
A su entender, es poco frecuente que los perros muerdan cuando están sueltos en la vía pública, “aunque también hay casos, lo más frecuente es que muerdan dentro de lo que consideran su propia casa o territorio”. No obstante, Bartel admitió no conocer los detalles ni las causas de este ataque.
En cuanto a la víctima, señaló que “sabemos que la nenita atacada está con un estado de salud complicado porque casi perdió un ojo y en este momento, según la mamá, tiene poca sensibilidad de un lado de la cara”.
“La mamá desató al perro”
La causa ya fue derivada ante el juez de instrucción de Jardín América, Roberto Antonio Sena. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el magistrado señaló que, según consta en la denuncia de la madre de la niña atacada, ella misma fue quien desató al perro. “La mujer está viviendo en la casa del propietario del animal y éste quedó en su custodia. Fue la mamá la que soltó al perro y aparentemente, empezó a jugar con la criatura y luego, no sabemos porqué, reaccionó en forma agresiva. Desconocemos si el perro estaba comiendo o qué sucedió para que atacara, es una raza que todos dicen que es muy buena con los chicos”, indicó.
Según admitió el juez, la responsabilidad sobre el animal la tendría la misma madre denunciante pues es quien desató al perro en cuestión, por lo que es muy difícil que avance la causa contra el propietario del animal.
“Es la mamá de la nena la que tenía la custodia del perro y quien decide soltarlo; no obstante, se recibió la denuncia y se elevó a consideración de la Fiscalía que es la que instruirá la causa. Pero lo cierto es que, si se instruyera la causa, habría que imputar a la madre por las lesiones culposas que sufrió su propia niña. Personalmente creo que fue un error humano y no corresponde imputar a nadie”, admitió el letrado quien lamentó las secuelas físicas y psicológicas que le quedarán a la pequeña.