En medio de la búsqueda de los sospechosos de irrumpir en el penal, el martes, la cúpula del Servicio Penitenciario Provincial brindó una conferencia de prensa en el edificio Torreón de la capital provincial.
Ante los medios, la alcaide general Nilda Correa, al frente de la fuerza, reconoció la reacción del personal de la UP-II, e informó que se investiga la hipótesis que apunta a que el grupo comando también intentaría liberar al hermano de Vanderlei Lopes, Rudinei, recluido en la UP-VI de Miguel Lanús.
“Se maneja la hipótesis de que luego intentarían llegar a otra unidad penal para rescatar al segundo. Inmediatamente se puso en acción el protocolo de seguridad y se reforzaron todas las unidades”, explicó Correa.
La alcaide, además, se mostró orgullosa por la labor del personal en Oberá. “Puedo decir con total seguridad que el personal demostró estar a la altura de las circunstancias. Supo reaccionar a tiempo. Hubiesen sido mucho mayores las consecuencias de no haber sido así. Lo que han hecho es meritorio”, reconoció Correa, quien entró en la historia de la fuerza por ser la primera jefa mujer.
Por otra parte, la funcionaria indicó que tras el intento de rescate la tranquilidad se mantuvo en el presidio obereño. “No hubo intento de motín. La población penal estuvo y está completa y contenida. Se tomaron todos los recaudos de seguridad para estos casos”, finalizó.
Traslado a Posadas para “rotación”
El martes por la mañana, bajo un intenso operativo de seguridad, Vanderlei Lopes (32) fue trasladado a la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, donde permanecerá junto a su hermano Rudinei (37).
No obstante, las fuentes indicaron que el objetivo es que, bajo estricta confidencialidad, ambos sean “rotados” cotidianamente para minimizar los riesgos de un nuevo intento de rescate.
En marzo pasado, PRIMERA EDICIÓN ya había publicado sobre el traslado de ambos por cuestiones similares. Si bien se trataba de un rumor, el mismo se transformó en realidad durante la noche del último lunes en Oberá.