Mientras residía en Sofía (Bulgaria) y sin tener una noción acabada de lo que podría suceder, Juan Pablo Savonitti (36) se inscribió en una competencia de 100 kilómetros en montaña y comenzó a correr sin entrenamiento. “Fue una especie de locura que hice, pero quise probar esa sensación, lo que se sentía correr semejante distancia. Como estaba cerca de donde vivía, lo hice y desde ese momento fue como una adicción. Me gustó mucho y empecé a competir mucho más seguido”, reconoció el deportista nacido en Capital Federal.
La satisfacción fue tan grande que lo llevó a planificar una travesía que, a su entender, solamente el explorador inglés George Megan pudo concretar. Programó atravesar corriendo el continente Americano desde Ushuaia (Tierra del Fuego) hasta la Bahía de Prudhoe, en Alaska, a partir del 1 de enero de 2019, pasando por Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, USA y Canadá. Calcula avanzar entre 40 y 60 kilómetros por día, con mucha calma, sin apuros, por lo que unir ambos extremos le llevará unos 900 días, es decir, dos años y cuatro meses.
“Eso será si todo va bien. Siempre hay que pensar en imprevistos que puedan surgir. Nunca va a salir todo como uno planea, pero voy preparado para eso”, aclaró el joven ultrarunner que incursionó en la actividad en 2016. La causa solidaria de este evento será la de promover y difundir la lengua de señas con la intención de mejorar la integración entre la comunidad sordomuda y el resto del mundo.
El 21 de agosto venidero iniciará una simulación de lo que será esta aventura y correrá desde Buenos Aires hasta Posadas, a un costado de la ruta nacional 14. Piensa llegar a la capital misionera después de 20 días. La distancia total será de alrededor de 1.150 kilómetros, a un promedio de entre 90 y 115 kilómetros diarios. En un principio tenía en mente cumplir el recorrido entre Buenos Aires y Mendoza, culminando en Santiago de Chile.
“Pero no me quería acercar mucho a la fecha de partida de mi proyecto que es en enero. Como estamos en invierno hay mucha nieve y heladas. Para el norte puede haber heladas pero no con la misma intensidad. Lo que puedo encontrar por la ruta 14 no será tan frío como lo que podría encontrar yendo a Mendoza. Me contaron que los paisajes son increíbles incluso aún antes de llegar a Posadas. También porque es más tranquila, hay banquinas anchas, doble trocha, por lo que será un poco menos peligroso que la 7”, confió a Ko’ ape mediante una comunicación telefónica y mientras intentaba sumar más sponsors para solventar esta iniciativa.
“Mi trayecto terminaría en Posadas y sería de 1.150 kilómetros”, manifestó Savonitti, quien tiene poco conocimiento de la zona. “Cuando tenía 14 o 15 años viajé con mi colegio hasta Foz de Iguazú, pasamos por Posadas y por las Minas de Wanda. De chico fui con mis abuelos y tengo recuerdos muy vagos”, agregó.
Sostuvo que, al inicio, sus padres Gianni y Silvia, y hermanas Mariana y Verónica tomaron la idea “como una locura. No es que ahora cambiaron de opinión pero es como que lo aceptaron un poco más. Al punto que una hermana me decía que si estuviera en otra situación, sin hijos y esposo, me acompañaría. Uno se imagina dos años y medio corriendo y suena muy loco”, acotó.
Durante 14 años estuvo trabajando por Europa. Los últimos tres años vivió en Bulgaria, donde desarrollaba tareas en una empresa de informática. Hace un año y medio comenzó a planificar este desafío, lo que hizo que regresara a Argentina para abocarse a la organización, la búsqueda de sponsors y la logística. “Va a estar muy bueno. Será siempre sobre asfalto, aunque puede ser que me desvíe por momentos para ver algunos atractivos turísticos. La idea es que me siga un vehículo”, dijo. Confió que en 1977 un explorador ingles cumplió el mismo periplo pero que lo hizo caminando -no corriendo- y que le tomó más o menos seis años y medio.
“La diferencia radica en que no era un atleta sino un explorador. Lo que más le interesaba era quedarse un tiempo en la zona, conocer las culturas de las tribus, los lugares. Sin ir más lejos se casó con una japonesa en pleno desarrollo del proyecto”, finalizó.