POSADAS. Sus manos bendecidas y el talento que se va puliendo con el correr del tiempo, hacen hoy de los hermanos Alan y Nazareno Britez unos de los exponentes jóvenes más reconocidos en el ambiente chamamesero del Litoral. En el marco de la presentación del segundo trabajo discográfico, que se denomina “Tras los pasos”, llevaron un sinfín de emociones y homenajes. La noche del sábado quedó marcada para estos jóvenes que comenzaron con la música siendo niños y a su vez recibiendo el reconocimiento de sus pares, que vieron al igual que la gente el proceso de ese crecimiento. Un crecimiento que tiene que ver en lo musical, con arraigarse a las costumbres y con respetar el trabajo de grandes músicos como lo fueron Isaco Abitbol o Tránsito Cocomarola. La velada que tuvo muchos invitados, recibió el recuerdo de lo que fuera el entrañable grupo Reencuento junto a Santiago “Bocha” Shéridan y su conjunto. Pero también compartieron canciones los primos Santiago y Lucas Shéridan, que en el marco de promocionar lo que será su primer trabajo discográfico regalaron algunos adelantos acompañados de Alan y Nazareno. “Sangre nueva” dijo el presentador Roberto Acosta y de eso se trató el encuentro en el auditórium del Montoya. Casi todos los músicos están dando sus primeros pasos, pasos que van marcando momentos de las huellas de aquellos grandes y entrañables poetas, músicos, conocedores de una tierra sin mal y plena. Con el puntapié inicial ya dado, Nazareno apretando su guitarra y Alan, acariciando el bandoneón; dejaron volar notas musicales donde también el acordeonista Mauro Bonamimo acompañó con la nostalgia de recordar y alentar. La noche perfilaba en plena conjunción de armonías musicales, reconocidos temas como “La calandria” o “Pacholí”, en el recitado y las voces mágicas de Mario Suárez, González Rodríguez. Sumando el caudal que descarga Gabriela Faviero, esta joven posadeña, que conquistó al público expresando carisma y talento. Y así también Juan Carlos Yenssen completó ese escenario que derrochaba talento, ante un público que esbozaba alegría.Ese mismo público que miraba con ojos atentos y se emocionaba con cada recuerdo, como cuando “Bocha” nombró a Julio Lorman y el aplauso fue espontáneo. O cuando los mismos hermanos Britez entregaron un cuadro reconocimiento a su abuelo Miguel Britez, un ituzaingueño chamamesero y mentor de que sus nietos hoy acaricien el éxito con tanto talento.Abrazados y tomados de las manos, el abuelo recibió el cariño y desde el cielo la abuelita los bendijo, tal como lo viene haciendo desde aquel disco: “Anhelos” -dedicado a esta gran señora- donde Alan y Nazareno no remediaron en entregarle cada interpretación a modo de agradecimiento.Detrás del escenario la emoción era compartida, sus padres, como siempre, acompañaron a estos jóvenes que impregnaron de canciones al público donde se pudo ver a grandes difusores chamameseros de la zona. La fiesta recién comienza, ya que para el próximo 20 de julio tienen una fecha marcada para presentar el disco en el Teatro Vera de Corrientes junto al querido Mario Bofill, uno de los integrantes entre los invitados que se pueden escuchar en el disco “Tras los pasos”. Y así, “tras los pasos” de las grandes huellas chamameseras, Alan y Nazareno continuarán marcando esa hermandad tan entrañable que se mezcla con la sangre misionera y correntina.





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