Julio Marcial Coronel – Posadas (Misiones) Señora Directora: Sé que habrá que quebrar algunas resistencias –de hecho viene años demorada–, pero es hora que la tarjeta nacional del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) llegue a Misiones y se obligue su aplicación. Quizás, así dejemos de ser rehenes de un grupo empresario que desde décadas solo piensa en recaudar cada vez más –es la lógica del sistema–, pero olvida a los usuarios al brindar un servicio insatisfactorio y cada vez más concentrado.
Aunque sobre esto último, bienvenido sea la competencia generada a partir del cambio de propietario de la otra firma concesionaria y excluida del Sistema Integrado de Transporte Misionero (SITM). Está introduciendo cambios que, imagino, molestan a la empresa hegemónica porque les crea una perspectiva de mejoras que estaban lejos de sus intensiones.
Pero, mi propósito no es hablar de ese nuevo servicio, que está por verse –aunque ya aparecieron innovaciones interesantes–, sino de que la tarjeta del SUBE nacional debe incorporarse al transporte público en Misiones, ya sin dilación alguna, según sostienen desde el Ministerio de Transportes de la Nación.
Más de 20 años demoró en Posadas –desde su sanción en 1993– el incorporarse las tickeadoras en los colectivos; el SITM ya ha cumplido diez años de vigencia (aunque su segunda etapa recién acaba de comenzar) y desde entonces se está aludiendo la adopción del boleto federal. Desde las empresas y con la connivencia de las autoridades del momento siempre hubo cientos de justificativos para demorar esa aplicación y, vaya uno a saber por qué razones, hasta hoy se salieron con la suya y lograron postergar esa hoy antigua decisión nacional.
La SUBE nacional tal vez permita conocer realmente cuántos pasajeros se transportan en el área metropolitana, cuál es la recaudación que reciben las concesionarias y la necesidad de subsidios para compensar el riesgo empresario. Ese dato, útil para calcular el verdadero valor de la tarifa, fue siempre un secreto bien guardado bajo llave. Nunca hubo un sinceramiento en ese transporte que permitiera saber si el trabajo a pérdida denunciado insistentemente era cierto y, por ende, los subsidios son necesarios;?o realmente el boleto estaba encarecido.Siempre se sostuvo que Posadas era una de las capitales de provincia con una de las tarifas de transporte más caras del país. ¿Podremos dilucidar ahora esa duda?
En buena hora que el SUBE federal llegue a nuestra Provincia. Y ojala finalmente sepamos que Misiones es también parte de la Argentina en ese campo.
Discussion about this post