Pasión deportiva y fe se fusionan anualmente en la provincia de Misiones, con la intención de adorar a la Virgen María y practicar ciclismo. Un grupo de aproximadamente 52 ciclistas, de distintos puntos de la región, hace más de 30 años peregrina junto a la imagen de la Virgen, trasladándola por diez localidades de la provincia, con el objetivo de “hacer llegar la bendición de María y cultivar la pasión por la bicicleta”.Teniendo como génesis un milagro, la peregrinación sobre ruedas, fue generada por la familia Rigo, de Campo Viera, 32 años atrás. Luego de que el señor Rigo, frente al desesperante panorama de no poder tener hijos, le suplicara a la santísima la bendición de traer un niño al mundo, sin correr riesgos. El milagro: cinco criaturas sanas y salvas. “Ellos pidieron un milagro y la Virgen se los cumplió… la Virgen multiplica todo por cinco”, expresó Mauricio Cabaleiro, actual coordinador del recorrido.“Ahora nosotros estamos continuando con esto: la peregrinación de María por Misiones, que abarca una gran cantidad de pueblos”, aseguró Cabaleiro. “Arrancamos el 1 de mayo, se sale desde Posadas rumbo a Campo Viera -este es el primer movimiento de ella- ahí queda una semana, y se va a Oberá. Sale de nuevo hasta Campo Grande, de ahí va a Salto Encantado, sigue a San Vicente -ahora inclusive está ahí, recorriendo el pueblo- para luego dirigirse a Dos de Mayo. Después Aristóbulo del Valle, Jardín América, San Ignacio, hasta llegar a Garupá… donde tiene un pequeño itinerario: recorre algunas casas, familias, iglesias y después se la prepara para ir a Loreto, como lo hace todos los años”, explicó, uno de los responsables de cuidar que la imagen de la Virgen llegue a sus destinos. “La Virgen siempre está en movimiento, nunca se queda en un lugar. Con ella viajamos a Itatí también, en diciembre. Ahí visita varios pueblos de Corrientes”, aclaró.¿Por qué peregrinan? Si bien, la fe en un culto religioso es algo que a muchas personas interpela, no todas peregrinan año tras año para demostrar el nivel de sus creencias. Pero, tampoco todos los que peregrinan lo hacen únicamente, para manifestar la magnitud de su devoción. “Son varias las razones de esta práctica. Personalmente, creo que esto no es una cuestión netamente religiosa, sino más bien, es la forma en que yo creo profesar mi fe en la Virgen y en Dios y darle el lugar a la pasión por la bicicleta; además que se conocen lugares, se comparte con la familia y se hacen nuevos amigos… se comparten buenos momentos”, dijo Cabaleiro. “Esos son buenos motivos para seguir año a año con esto”. “Otra razón, es que hay mucha gente que espera la llegada de la bendición de la Virgen, muchos tienen la ilusión, en cada pueblo, de estar con ella, acompañarla. Provoca muchas emociones… esperanza”, contó.El grupo y su organización“Somos un grupo bastante homogéneo. Pero, siempre se suma alguien. Y en cada pueblo hay personas que se encargan de recibirla; hay alguien responsable -obviamente- de realizar la recepción de la Virgen y de todo el recorrido en la localidad, durante el tiempo que se encuentre; esa persona también se encarga de hacerle la despedida del pueblo”, explicó el creyente. “Esto se transmite de boca en boca. Nos planteamos varias veces hacer una mayor difusión -es la idea con el tiempo- pero por lo pronto nos vamos avisando entre los conocidos, así llegamos a hacer un grupo de Whatsapp con 100 integrantes, no todos peregrinan, pero siempre la mayoría colabora en la organización. Esto está abierto para todo aquel que quiera peregrinar, no hay restricción de ningún tipo, es más, deseamos que se unan más jóvenes, para que ellos -una vez que no podamos nosotros- continúen con esto”, aseguró Cabaleiro, invitando a los juveniles a participar. Si bien las formas de profesar la fe se han particularizado en los últimos tiempos, los dogmas han adolecido de modificaciones en la estética de sus rituales y modos de ejercer la creencia. Este ejemplo, evidencia que los sentimientos que mueven montañas: el amor, la seguridad y confianza por eso que se cree -o se quiere creer- aun siguen vigentes en los peregrinos, que de maneras distintas, caminando o en bicicletas, demuestran su fidelidad a lo divino.
Discussion about this post